
El Banco de España ha evaluado la efectividad de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) en España utilizados entre 2020 y 2021 como consecuencia de la pandemia de covid. En un análisis publicado por la institución, alaba la "elevada efectividad" de este mecanismo en el periodo indicado, sobre todo aquellos con una duración reducida. Sin embargo, el Banco advierte de que su prolongación en el tiempo "tiende a reducir su efectividad, especialmente entre los trabajadores más jóvenes, los que tienen un contrato temporal o los ocupados en determinadas actividades de servicios.
Tras la llegada de la pandemia, más de 3,5 millones de trabajadores en España garantizaron su puesto de trabajo gracias a la fórmula de los ERTE, cifra que ha ido descendido hasta alcanzar los 20.000 trabajadores en octubre de 2022, un hecho que ha llevado al BdE a preguntarse por la eficacia de este mecanismo a la hora de lograr el retorno de los empleados a sus puestos de trabajo previos al covid. La incidencia de los ERTE fue "algo superior" entre los jóvenes y los trabajadores con menor nivel de estudios, pero el BdE destaca que las diferencias han sido mayores por ramas productivas, con una incidencia mucho más alta en los servicios más afectados por las restricciones a su actividad, como el ocio y la hostelería.
En cuanto a la duración de los ERTE, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) permiten hacer un seguimiento de la situación laboral de los trabajadores entrevistados durante los seis meses que permanecen en la encuesta y, en consecuencia, tener constancia de los trimestres que estuvieron sujetos a un Expediente. Según los datos analizados por el BdE, los ERTEs de un trimestre de duración se distribuyen de forma casi equivalente entre hombres y mujeres. Sin embargo, a medida que aumenta la duración del Expediente de Regulación de Empleo, se incrementa la presencia de las mujeres.
Asimismo, si se tiene en cuenta el tipo de contrato, la incidencia es mayor entre los trabajadores indefinidos y en los casos en los que la antigüedad de los empleados es mayor y, por tanto, "con mayores costes asociados a su ruptura laboral".
El Banco de España destaca que la llegada de la pandemia fue un escenario "especialmente apropiado" para el despliegue de los ERTE como mecanismo de mantenimiento del valor de la relación laboral entre empresas y trabajadores debido a su carácter "marcadamente temporal". Sin embargo, advierte de que una vez superados los peores meses de la crisis, "la persistencia de los ERTE podría llegar a ser perjudicial" para las perspectivas laborales de los trabajadores.
En este sentido, el BdE explica que los Expedientes pierden eficacia a la hora de mantener el puesto de trabajo por dos motivos. En primer lugar, porque puede generar un desincentivo a buscar otro empleo por mantenerse a la espera de una reincorporación a la empresa y, en segundo lugar, porque un tiempo prolongado de inactividad puede suponer "una depreciación de habilidades laborales que no compense el valor de la relación laboral que se está tratando proteger".
Por estas razones, el Banco de España destaca que "no es de extrañar" que la eficacia de los ERTE a la hora de conseguir que los trabajadores recuperen su actividad baje 64,5% para los que llevan un trimestre en ERTE, y al 41,1% y al 26,2% para los que llevan dos y tres trimestres consecutivos en situación de ERTE, respectivamente.
Reincorporación al trabajo desde ERTE o desde el paro
El Banco de España también compara en su análisis la reincorporación al trabajo de los empleados desde un ERTE o desde el paro. En este sentido, y siempre utilizando como referencia los datos de la EPA, la institución destaca que la probabilidad de reincorporación laboral es "significativamente mayor" para las personas en ERTE que para los parados o inactivos, lo que claramente es un indicador de la efectividad de este mecanismo.
Sin embargo, esa efectividad para la vuelta al empleo se reduce conforme va aumentando la duración del ERTE o inactividad y pasa del 28,7% tras un trimestre a menos de la mitad (13,4%) después de tres.
Con respecto al género, el incremento de la empleabilidad de los hombres en ERTE es mayor que el de las mujeres, pero solo para duraciones cortas del ERTE, ya que el efecto en los hombres decae con mayor intensidad conforme esta situación se alarga en el tiempo. Por otro lado, el efecto es mayor y más persistente cuanto mayor es la edad del trabajador y para los contratados indefinidos que para los temporales.
Asimismo, el BdE indica que por nivel de estudios, el descenso en la efectividad de los ERTE para asegurar la reincorporación laboral es más intenso en los individuos de menor cualificación. Y por sectores, la efectividad de los ERTE es mayor y más persistente en la industria, mientras que, para algunas ramas de servicios, la empleabilidad después de tres trimestres en ERTE ya es "indistinguible" de la de un parado o inactivo equivalente no cubierto por este mecanismo.