Economía

"Tu pasado no define tu futuro". El joven que pasó de la cárcel a dirigir un negocio

  • Mckenzie fue encarcelado con 16 años por robo armado
  • Encontró la paz dentro de la cárcel realizando mantenimiento
  • Su experiencia en prisión le hizo decantarse por el emprendimiento
Foto: Dreamstime.
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Marquis Mckenzie abandonó el instituto cuando tenía 15 años de edad. Asegura que en ese momento perdió la noción sobre su futuro, empezó a empeorar sus comportamientos y a vivir "una vida de la calle" con gente más mayor que él. Con 16 años, y sin delitos previos, Mckenzie fue condenado por robo armado a 24 meses de prisión y 4 años de libertad condicional. Se le condenó como a un adulto.

"Lo único que recuerdo es a mi madre llorando en la sala del juzgado y suplicando al juez que me diese una segunda oportunidad", comenta. "Lo único que el juez dijo fue: 'Lo siento, este caso no admite más trámites'".

Actualmente, y con 32 años de edad, el mismo genera 150.000 dólares anuales gracias a su negocio de limpieza comercial en Orlando, Florida; así como trabajando en la Coalición de Restauración de Derechos de Florida, organización que busca devolver los derechos al voto para gente que ha estado en la cárcel.

De la cárcel al emprendimiento

Mckenzie esperó por su juicio confinado durante 16 meses, para luego pasar los 8 restantes en prisión. En 2008 volvió a ser libre, pero le quedaban por delante los años de libertad condicional, que se redujeron a dos por su buena conducta. Tras salir de la cárcel, el mismo agradece el apoyo de su familia para ayudarle a enderezar su vida: "Mi familia me dijo que no tenía que ir a ningún lugar ni apresurarme por hacer algo, sino que simplemente no procrastinara".

Siguió el consejo de sus familiares, y tras enfrentarse a varias barreras en el mundo profesional por sus antecedentes penales, Mckenzie logró crear su propia compañía, la cual le llevaría al éxito.

El joven pasó del estrés que le causaba la violencia a su alrededor dentro de la cárcel, a dedicarse al mantenimiento y la limpieza de dormitorios de convictos para encontrar la paz, y finalmente a ser un hombre de negocios.

La decisión de emprender

El joven cuenta cómo tras su estancia en prisión intentó acceder a la Universidad, pero de nuevo los antecedentes le causaron problemas. Estaba cansado de que su pasado no hiciese más que cerrarle puertas, y fue entonces cuando comenzó a considerar la posibilidad de entrar al mundo del emprendimiento.

El hecho de haber realizado los trabajos de limpieza en la cárcel le hizo decantarse por un negocio de este tipo. Mckenzie pensó: "¿Si aquí puedo limpiar sin cobrar y obtener este reconocimiento, cómo de complicado sería limpiar en otros lugares? Yo sabía que las propiedades y los edificios que iba a limpiar no estarían tan sucias como la prisión. Entonces, descubrí que había encontrado mi propio nicho".

Y cuando se informó sobre los trámites para abrir un pequeño negocio y para obtener un seguro para compañías en Florida, dijo que en ningún momento se le preguntaba por su historial. Así, en 2015 fundó The Dirt Master, y en 2018 la convirtió en una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL). En 2021, la compañía generó 92.000 dólares en beneficios.

Una segunda oportunidad

Una de las motivaciones que mueven a Mckenzie es ofrecer a la gente una segunda oportunidad y ayudarles a evitar que vuelvan a la cárcel, a través de su empresa de limpieza. De acuerdo con el Instituto Brookings, alrededor del 50% de los ex convictos no son capaces de encontrar un empleo estable a lo largo de su primer año de libertad. Y es que en su negocio, cuya copropietaria es su mujer, ya trabajan alrededor de 80 personas con antecedentes penales.

"Debemos de pensar en ofrecer oportunidades a aquellos que salen del sistema de justicia criminal, para que no tengan que volver y cometer más crímenes", comenta Mckenzie. Añade que un alojamiento estable es algo crucial a la hora de reinsertar a estas personas. Para ayudar, compró el hogar de su infancia, del que se fue su madre en enero de 2022, con la idea de renovarlo y alquilar habitaciones a personas con antecedentes.

"Conozco a muchas personas que no tienen un lugar donde vivir. Si no tienen una estancia adecuada para ducharse, para comer, o simplemente para estar tranquilos, intentar ser un ciudadano productivo es lo último que se pasa por su mente".

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