
Rusia comenzó a intensificar sus ataques contra las infraestructuras energéticas ucranianas cuando las tropas lideradas por Volodímir Zelensky empezaron a recuperar terreno. Tras la decisiva victoria del ejército nacional en Jersón y la recuperación de la urbe el pasado viernes, Rusia ejecutó este martes una amplia ofensiva con misiles para dejar a parte del país sin energía. Tras los continuos ataques, Berlín ha incentivado la idea de reconstruir de Ucrania tras la guerra.
Con una escalada del conflicto en las últimas semanas, especialmente tras el hecho de que dos misiles supuestamente rusos impactasen el martes en el este de Polonia, país miembro de la OTAN, la idea de los altos mandatarios europeos para reconstruir el país como un nuevo 'Plan Marshall' vuelve a sonar.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ya afirmó en un pleno de la Conferencia Internacional de Expertos para la Reconstrucción, acaecida en Berlín a finales de octubre, que: "La reconstrucción de Ucrania no puede esperar al final de la guerra. Ucrania necesita aquí y ahora apoyo para pagar a los profesores, a los soldados, a los policías o a los jubilados".
"No es una conferencia de donantes"
Olaf Scholz, canciller del país que convocó dicha conferencia, explicó en su discurso de apertura que "esto no es una conferencia de donantes", sino algo "más fundamental". Tanto Scholz como von der Leyen propusieron inicialmente un apoyo mensual de entre 3.000 millones de euros y 5.000 millones de euros para Ucrania, que comenzaría a ser efectivo desde enero.
El primer ministro del país invadido, Denys Shymhal, compartía la mismas estimaciones que los dos mandatarios europeos, con unos gastos de 18.000 millones de euros que serían asumidos por la Unión Europea en 2023.
Para Scholz, esta reconstrucción tiene similitudes con el pasado: "Esta conferencia trata del desarrollo de infraestructuras y mecanismos, de financiar una reconstrucción continua. De lo que se trata aquí es de nada menos que la creación de un nuevo Plan Marshall para el siglo XXI". Añade que es una "tarea de generaciones".
Las dificultades del desafío
Scholz afirmó que el objetivo es averiguar la manera de mantener y garantizar la financiación para la recuperación económica ucraniana, su reconstrucción para los próximos años y décadas. Con respecto a la inclusión del país en la UE, Scholz apunta a que será: "Miembro de la UE con el correspondiente marco jurídico y la correspondiente infraestructura jurídica".
Pero el canciller alemán pide responsabilidad y una actuación activa por parte de la propia Ucrania. "Sabemos por nuestra propia historia que la reconstrucción siempre es posible y que nunca es demasiado pronto para emprender la tarea", puntualizaba. Von der Leyen, por su parte, hablaba de "la necesidad de una ayuda, una rehabilitación y una reconstrucción rápidas".
La presidenta de la Comisión Europea añade, a las inversiones mínimas para financiar salarios y pensiones, "la arquitectura adecuada, la estructura correcta para que el apoyo sea lo más amplio e inclusivo posible". Y es que Ucrania ya cuenta con el estatus de "candidato" para convertirse en un nuevo país miembro de la UE.
La factura de guerra crece a diario
Entre los principales países donantes de armas, préstamos y ayuda humanitaria al gobierno de Kiev (la UE, Estados Unidos, Reino Unido o Canadá), los cálculos hablan de un equivalente a 93.000 millones de euros entre febrero y octubre, según el Instituto Kiel para la Economía Mundial.
Además, el PIB ucraniano se ha contraído aproximadamente entre un 30% y un 35% en 2022, complicando que el país invadido pague por las ayudas, por la propia guerra y por la reconstrucción del país. Shymal hablaba a finales de octubre de que el daño causado por Rusia en esta guerra ya había alcanzado "más de 762.000 millones de euros".
Por su parte, en agosto el Banco Mundial, la Comisión Europea y el gobierno de Ucrania hablaban de unas pérdidas agregadas de más de 252.000 millones de dólares para el 1 de junio, así como de unas necesidades para la recuperación y la reconstrucción de Ucrania de 348.500 millones de dólares. El propio primer ministro había pedido utilizar los activos rusos congelados, con una estimación de entre 300.000 millones y 500.000 millones de dólares, para aportar a la reconstrucción del país.