La deriva hacia el proteccionismo se hace cada vez más patente en este mundo convulso e incierto. Si ya durante la crisis financiera de 2008 asistimos a los primeros pasos y durante la crisis del coronavirus se produjo otro retroceso en la globalización económica, las crecientes tensiones entre países occidentales y otras grandes potencias como China y Rusia están incentivando la toma de decisiones que buscan asegurar las materias primas claves para los próximos años. El último en hacerlo ha sido Canadá, quien ha endurecido las condiciones para que sus empresas dedicadas a minerales estratégicos puedan recibir inversiones de firmas estatales extranjeras.
"Canadá actuará decisivamente cuando las inversiones amenacen nuestra seguridad nacional y nuestras cadenas de suministro de minerales críticos", señala el gobierno canadiense en un comunicado. De esta forma, el Ejecutivo tendrá que dar el visto bueno a cada operación. "Si una empresa estatal extranjera participase en este tipo de transacciones, podría constituir un motivo razonable para creer que la inversión podría ser perjudicial para la seguridad nacional de Canadá, independientemente del valor de la transacción", recalca el Gobierno.
Así, el país liderado por Justin Trudeau subraya la importancia que estos minerales tendrán en la economía digital y verde del futuro, por lo que serán claves para la "prosperidad" del Estado. Por ello, aunque Canadá busca convertirse en el principal proveedor mundial para dichos minerales, el Gobierno advierte que se esforzará en atraer únicamente a inversores que compartan sus "intereses y valores".
"Algunas inversiones en Canadá por parte de empresas estatales pueden estar motivadas por imperativos no comerciales que son contrarios a los intereses de Canadá. Esto incluye inversiones de inversores privados calificados como estrechamente vinculados, sujetos a la influencia de, o que podrían verse obligados a cumplir con la dirección extrajudicial de gobiernos extranjeros, especialmente gobiernos no afines", señala el país en otro comunicado.
Esta especial vigilancia a las inversiones extranjeras en el sector se hará independientemente de que sean directas o indirectas y de su importe, y se controlarán en cada una de las fases de la cadena de valor.
Las materias primas afectadas por la medida son un grupo de 31 minerales que "pueden ser producidos en Canadá, son esenciales para la seguridad y la industria nacionales, y tienen el potencial de apoyar las cadenas de suministro seguras y resilientes para satisfacer la demanda mundial". Entre la treintena de minerales protegidos por la medida se encuentran el aluminio, el cobalto, el grafito, el litio, el níquel, las tierras raras, el tungsteno o el uranio.
Muchos de estos elementos están presentes también en la lista de materiales estratégicos que lanzó la Unión Europea en 2020. Ya entonces advertía de la dependencia absoluta del bloque comunitario en algunas de sus importaciones, como el hecho de que el 98% de las tierras raras importadas a la UE provengan de China, o el 40% del paladio tuviese origen ruso. Por ello, ese mismo año se creó una Alianza Europea de Materias Primas para incentivar la producción interna y minimizar la dependencia de las importaciones, si bien no se ha llegado al punto de establecer un proteccionismo como el aprobado ahora por Canadá.