Economía

CEOE rechaza los PGE: no son los presupuestos que Aragón necesita

  • El aumento de la presión fiscal sobre las empresas es un grave error en el contexto de ralentización económica e incremento de costes
  • Para la organización, el proyecto se basa en una previsión de crecimiento excesivamente optimista y en políticas de gasto inflacionistas, contrarias a la necesaria estabilización
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La organización empresarial cree que el Proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no es el que necesita España en la actual situación económica, aparte de no recoger las aspiraciones de Aragón por peso territorial y dispersión poblacional.

La organización empresarial cree que el Proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no es el que necesita España en la actual situación económica, aparte de no recoger las aspiraciones de Aragón por peso territorial y dispersión poblacional.

El Proyecto de PGE, que ayer superó su primer trámite en el Congreso, recoge un aumento del 1,53% en relación a los presupuestos en 2022 en la cuantía destinada a inversiones reales en la comunidad aragonesa.

Un incremento que se sitúa muy por debajo del aumento promedio del país (20,95%) y del total regionalizable (2,84%) y del proyectado para las comunidades autónomas de nuestro entorno, explican desde CEOE Aragón.

La organización empresarial también incide en que, aunque el peso de la inversión territorializada en Aragón (un 4,1% del total de España), es superior al peso de la Comunidad en términos de población y PIB, Aragón continúa sin ver recogido en los presupuestos el peso territorial (9,4%) y la dispersión poblacional. De este modo, CEOE Aragón alega que son criterios establecidos en el Estatuto de Autonomía, que deberían suponer mayores asignaciones.

Además, en cuanto a la distribución de la inversión por Ministerios en Aragón, destaca el descenso de asignación al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, especialmente en obras hidráulicas para regadíos. En concreto, la dotación económica para este Ministerio junto a la del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana supone un 96% del total de la de Aragón y queda lejos del cuarto puesto del total de Comunidades que le correspondería por territorio, situándose como novena en infraestructuras de Transportes y en la undécima en las hidráulicas de Transición ecológica.

En lo que respecta a la inversión en carreteras, CEOE Aragón destaca las asignaciones a obras muy demandadas por su elevada siniestralidad como son el desdoblamiento de la N-232 en la A-68, aunque incide en que se requiere un mayor esfuerzo inversor en las mismas, así como en el único tramo inacabado de la A-22 (Siétamo-Huesca) y en los pendientes para finalizar la A-21 y la A-23.

En el apartado ferroviario, lo más destacable es la asignación para la Red Transeuropea de Transporte Red TEN-T y también, aunque muy limitada, la de la línea Teruel-Sagunto, fundamental para la conexión del corredor Cantábrico-Mediterráneo. CEOE Aragón echa en falta mayores dotaciones para las conexiones transpirenaicas, con escasa asignación para la reapertura del Canfranc y nula para la Travesía Central por el Pirineo.

En relación a las obras de regadío, destaca en el Proyecto de PGE la dotación para los embalses de Yesa, Mularroya y otras actuaciones de la cuenca del Ebro, recogidas en el Pacto del Agua.

En la mayoría de las obras hidráulicas queda pendiente la asignación de grandes partidas para su finalización real, destacando en este aspecto las del embalse de Montearagón para abastecimiento de Huesca y las de abastecimiento de Jaca, añaden desde CEOE Aragón.

Más carga fiscal para las empresas

Según CEOE Aragón, el proyecto de PGE también muestra la ausencia de estrategia de consolidación fiscal a medio plazo para detener el aumento del déficit y la deuda pública, que sitúa a España entre los países más endeudados de Europa, con un 115,2% de deuda sobre el PIB.

Por el contrario, inciden, el Gobierno basa el proyecto en una optimista previsión de crecimiento el PIB español del 2,1% en 2023, cuando todos los organismos nacionales e internacionales la han rebajado a un rango entre el 0,7% y el 1,5%, y prevén decrecimientos en los próximos trimestres. A ello se suma un aumento del gasto corriente que refuerza la dinámica inflacionista.

Los PGE sitúan los ingresos tributarios en 262.781 millones, con un crecimiento del 23,4% desde 2009 frente a la evolución económica real y una presión fiscal del 42,4%.

La previsión de recaudación sube en todos los impuestos principales pero, para la organización empresarial, es llamativo su aumento ligado a la presión fiscal sobre las empresas.

Por el Impuesto de Sociedades, la recaudación estimada se incrementaría un 7,7%, con una subida acumulada de un 20% desde la etapa anterior a la pandemia, tras una situación de crisis económica que ha llevado a muchas empresas a acumular pérdidas, generalizado aumento de costes, gran incertidumbre internacional y subida de tipos de interés. A ello se suma el aumento de la recaudación por cotizaciones a la Seguridad Social un 11,54%, debido fundamentalmente a la subida de las bases máximas de cotización en un 8,6%.

Finalmente, CEOE Aragón apunta que la presión fiscal sobre las empresas superará el 11% en 2023, alejándose aún más de la media europea, inferior al 10% y dificultando la competitividad frente a las empresas de los países del entorno.

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