
Los rumores que han circulado insistentemente durante todo el verano, sobre el creciente distanciamiento entre el Gobierno y la clase empresarial, se han confirmado. Hasta el punto de que el tradicional acto de inicio del curso político que Moncloa organiza todos los años no contará en esta ocasión con ningún representante del Ibex 35.
En su lugar el Ejecutivo opta, según anunció este jueves, por un formato "inédito" (así lo califica el comunicado oficial) hasta el momento en el que se focaliza todo el protagonismo en grupo seleccionado de "ciudadanos de a pie". En total serán 50 personas las que acudirán al Palacio donde reside el presidente Pedro Sánchez, escogidas entre todos los ciudadanos que, a lo largo de esta legislatura (comenzada en 2019), han escrito al Ejecutivo para transmitirle sus "inquietudes y reflexiones", o bien se han interesado por el funcionamiento del Gobierno, a través de la iniciativa Moncloa abierta.
Ahora bien, en círculos políticos se comentaba, ya antes de que Sánchez iniciara sus vacaciones de verano, que este año había muchas reticencias en Moncloa a la hora de organizar el habitual encuentro con empresarios que, en años anteriores se vio a finales de agosto o inicios de septiembre. En concreto, se planteaba el miedo a que se produjeran sonados plantones por parte de los primeros espadas del Ibex.
No en vano la relación entre el Gabinete de Sánchez y la clase empresarial española se ha visto fuertemente tensada después de que el Gobierno pusiera en el punto de mira a este colectivo el pasado julio, cuando anunció sus nuevas medidas ante la crisis económica.
Fue en aquella ocasión cuando anunció nuevos impuestos ad hoc creados para las grandes compañías eléctricas y los bancos. Moncloa aseguró que en ambos ámbitos disfrutaban de una posición de privilegio en el difícil contexto actual gracias a los "beneficios extraordinarios" derivados de los altos precios de la energía y del aumento de los tipos de interés por parte del BCE en la eurozona.
Ante el malestar que estas acciones crearon entre los empresarios, Moncloa barajó incluso la posibilidad de retrasar el encuentro con los representantes del Ibex, para así dar un tiempo para que las relaciones mejoraran. Con esta idea, los asesores de Sánchez barajaron la posibilidad de llevar a cabo el acto ya más entrado septiembre, una vez terminada la gira latinoamericana que el jefe del Ejecutivo llevó a cabo recientemente.