El índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que sirve a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de termómetro económico para detectar cambios de tendencia, sugiere una pérdida de impulso del crecimiento de España, en línea con el deterioro en la mayoría de las principales economías avanzadas.
"Lastrados por una inflación históricamente alta, la baja confianza del consumidor y la caída de los precios de las acciones, los CLI se mantienen por debajo de la tendencia y continúan anticipando una pérdida de impulso de crecimiento en la mayoría de las grandes economías de la OCDE", explica el think tank de las economías desarrolladas.
En concreto, el dato para España se ha situado en 98,83 puntos en julio, frente a los 99,11 del mes anterior y 2,18 puntos por debajo del nivel registrado hace un año.
En el caso del conjunto de países de la OCDE, el CLI de julio se ha situado en 99,2 puntos, frente a los 99,4 del mes anterior de junio, lo que apunta a una pérdida del impulso de crecimiento generalizado de las economías que forman parte de la organización, algo que es igualmente aplicable para países como Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, así como para el conjunto de la zona del euro, incluidos Francia, Alemania e Italia.
Japón se salva
Japón es uno de los pocos países de la OCDE que se salva de la pérdida de confianza, dado que el CLI del país asiático sigue apuntando a un crecimiento estable en torno a la tendencia anterior.
Asimismo, fuera de la OCDE, el CLI muestra signos de estabilización de la economía de China, mientras que para la India sigue apuntando a un crecimiento estable y en el caso de Brasil sugiere una desaceleración del crecimiento.
Previsiones FMI y CE
El índice compuesto de indicadores de la OCDE sigue las previsiones bajistas que siguen alertando desde otros organismos internacionales. Así, las previsiones de verano del FMI del finales de julio rebajaba el ritmo de crecimiento de España al 4% para este año, ocho décimas inferior a sus previsiones de primavera y un 2% de incremento del PIB el año próximo, lo que supone una rebaja de 1,3 puntos porcentuales respecto a primavera.
Unas previsiones algo más pesimistas que las del Gobierno que en el Programa de Estabilidad presentado a Bruselas, según las cuales, la economía española crecerá este año un 4,3% y un 3,5% el siguiente. Especial relevancia es la diferencia para el próximo año, pues el Gobierno estima un aumento de 1,5 puntos superior al 2% del FMI.
La CE, también en julio, pronosticó un crecimiento para España se espera del 4% en 2022 (+0% sobre la última previsión) y del 2,1% (-1,3%) en 2023, y una inflación del 8,1% en 2022 y del 3,4% en 2023.
El petróleo sigue a la baja
El precio del barril de Brent de entrega en octubre de 2022, el de referencia en Europa, cotizó ayer en los 96,4 dólares estadounidenses, lo que supone un ligero descenso del 0,26% con respecto al cierre del día anterior (96,65 dólares).
En la sesión de ayer, tras abrir a la baja en los 96,36 dólares, el barril marcó su mínimo diario en 94,90 y su máximo en 98,40 dólares. De esta manera, tras la bajada de ayer martes, el precio del Brent se ha reducido en un 3,76% en la última semana.