Los cargueros de mercancía seca utilizan la ruta del Mar Negro para mezclar los granos ucranianos de contrabando con producto ruso en el puerto de Sebastopol, en la zona ocupa de Crimea. Turquía juega un papel fundamental para permitir el blanqueo de cereales ucranianos por parte de empresas rusas. La tonelada de trigo ucraniano vale tres veces menos, que lo que se paga en Europa. Es un lucrativo negocio conseguir meter granos robados en el mercado.
El Mar Negro y el puerto de Sebastopol en Crimea se ha convertido en la ruta de contrabando que utiliza cargueros rusos para sacar productos agrícolas ucranianos. Kiev ha denunciado que Moscú está "robando" trigo, maíz y otros granos. El rastreo de los barcos apuntan a que Turquía está recibiendo la mercancía. El trazado también está siendo utilizado por los petroleros rusos para esquivar las sanciones internacionales.
La actividad de los puertos de Crimea se ha multiplicado en los últimos meses, desde que empezó la última invasión rusa a Ucrania. La zona de Crimea ya había sido anexionada ilegalmente a Rusia desde 2014. Las rutas por el Mar Negro con destino al estrecho del Bósforo se han convertido en un trayecto natural para cargueros, pese a que la región ocupada está sometida a fuertes sanciones. En principio, los productos agrícolas rusos no estarían sometidos a restricciones, pero Financial Times apunta a que el saqueo a cosechas ucranianas está empleando estas vías para salir al mercado.
Al principio de este mes, el buque Fedor salió del puerto de Sebastopol, en Crimea, con destino a Turquía a Band?rma, un puerto turco al sur de Estambul, en pleno estrecho del Bósforo. La embarcación entregó 9.000 toneladas de maíz a Yayla Agro, uno de los grandes productores de arroz y granos de Turquía.
Mezclar la mercancía legal con la ilegal
El transporte de productos rusos agrícolas por el Mar Negro no supone ninguna ilegalidad, pero el medio británico asegura que la mercancía fue cargada en Sebastopol, en zona donde si hay sanciones internacionales para el comercio ruso desde hace ocho años. EEUU tiene en su lista negra a la compañía United Shipbuilding Corporation, que se encarga de la gestión del puerto
Fuentes ucranianas aseguran que los granos de maíz son ucranianos, procedentes del saqueo de las fuerzas rusas. La ruta del Mar Negro se ha convertido en mercado negro. En los medios rusos, se habla abiertamente de las zonas ocupadas, incluida Crimea, como cosechas rusas. Según los datos de tráfico del puerto de Sebastopol, recogidos por fuentes ucranianas, el volumen de mercancía ha crecido significativamente, como prueba de una subida del contrabando.
En la investigación del Financial Times, se contabilizan ocho embarcaciones que han salido de la infraestructura de Crimea con carga agrícola. Cuatro fueron a Siria, un aliado de Rusia, por un volumen total de 90.000 toneladas de productos a granel. Mientras, otras tres embarcaciones con una carga total de 43.000 toneladas tuvieron de destino Turquía. Otro buque no pudo ser ni rastreado, ni identificado.
El puerto de Kavkaz sirve de blanqueo
El puerto de Kavkaz, en Rusia, entre el Mar de Azov y el Mar Negro, también ha registrado un elevado incremento de actividad al estar muy cerca de las zonas ucranianas ocupadas por el ejército ruso. Los trayectos utilizados por buques rusos no son muy distintos a los que se utilizaban antes de la guerra, pero sirven para evitar sanciones. Rusia tiene previsto también utilizar los puertos ucranianos de Berdyansk y Mariupol.
Según Matthew Wright, analista sénior de carga de Kpler, una empresa de análisis de materias primas, los envíos que han llegado desde Sebastopol en las últimas semanas son "quizás los granos más descaradamente ilegales que ingresan al mercado, tal vez robados, pero definitivamente de una fuente sancionada". Es rápido y barato mover granos a través de Crimea debido a su infraestructura y posición estratégica. Permite el fondeo de grandes embarcaciones en aguas profundas.
El expolio ruso a la cosecha ucraniana es muy difícil de rastrear, porque los granos se pueden combinar fácilmente con granos de fuentes legales. Una vez dado este paso, si salen de un puerto ruso es totalmente legal el comercio y el transporte. A pesar de ello, en el Mar Negro se utilizan técnicas del mercado negro de petróleo. Los buques apagan los transpondedores para no ser detectados.
La empresa turca Yayla Agro asegura que opera dentro de la legalidad Internacional y que su proveedor ruso le garantiza que la mercancía salen de puertos rusos, como Kavzav. En la industria es muy conocida la práctica de lavado de mercancía ilegal procedente de Ucrania, de barco a barco. Precisamente, la carga inicialmente en Kavzav y se termina en Crimea, con el rastreo apagado.
El pequeño puerto de Kavkaz representó el equivalente al 28% de las exportaciones totales de cereales de Rusia, pese a la cercanía al conflicto bélico. La media de los últimos cuatro años suponía el 11% en comparación con un promedio mensual de los cuatro años anteriores de alrededor del 11%.
El mercado negro de maíz y trigo supone un gran dilema para los aliados occidentales. La intervención en la zona sería agravar la crisis alimentaria mundial que la guerra ha ayudado a producir. A la vez son reacios a hacer la vista gorda ante el contrabando.
El año pasado, Rusia y Ucrania representaron más de una cuarta parte de las exportaciones mundiales de cereales y poco menos de un tercio de todas las exportaciones de trigo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Históricamente, el trigo del Mar Negro ha sido especialmente importante en el norte de África y Oriente Medio. Precisamente, Turquía, uno de los destinos del grano robado, está intentando jugar un papel fundamental para que no haya bloqueos de mercancía.
El papel de Turquía
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoaan, cuya nación controla la vía fluvial que unen el Mar Negro con el Mediterráneo, ha tratado de realizar un delicado acto de equilibrio desde la invasión. El estado miembro de la OTAN ha suministrado drones armados a Kiev y ha limitado el uso de sus aguas y espacio aéreo por parte del ejército ruso. Pero Erdogan también ha tratado de evitar dañar su estrecha relación con Vladimir Putin y se negó a sumarse a las sanciones internacionales.
Turquía no está poniendo demasiadas trabas al mercado negro de granos procedente de Ucrania, pese a la denuncia de un producto robado en zonas rusas. Los funcionarios de aduanas no han detenido ninguna embarcación por falta de pruebas. Si un buque atraca en Crimea, pero no es origen del trayecto, no es motivo de investigación. La postura ambivalente de Ankara ha causado preocupación en Washington y la UE, donde los funcionarios están ansiosos por garantizar que Turquía no se convierta en un centro de evasión de sanciones.
El comercio ilegal del Mar Negro se puede convertir en una actividad muy lucrativa para empresas rusas y turcas. La tonelada de trigo en Ucrania se paga a 192 dólares. En zona ocupada, cuesta sobre los 100 dólares. En Europa, el precio supera los 370 dólares. El saqueo a Ucrania no se limita a cosechas.
En la planta siderúrgica Azotoval en Mariupol, había unas 234.000 toneladas de metal en el lugar antes de la invasión, por un valor aproximado de 148 millones de dólares. Funcionarios de Metinvest Holdings, propietaria del acero, dicen que ahora todo está bajo control ruso. La compañía dice que ha podido rastrear al menos 2.500 toneladas enviadas desde Mariupol a Rostov-on-Don en Rusia.