
El cooperativismo andaluz, con más de 1.400 entidades y una aportación al PIB del 10%, se ha convertido en un referente internacional. Luis Miguel Jurado, presidente de COCETA y de FAECTA (Federación de Cooperativas de Trabajo de Andalucía) analiza las claves y los retos a los que se enfrenta este sector estratégico.
Sevilla reunirá en las próximas semanas a más de 600 cooperativas procedentes de unos 100 países. ¿Cuáles serán los principales ejes de ese encuentro mundial de cooperativas?
Es la primera vez que se desarrolla un encuentro de estas características en España, y se enmarca dentro de la Asamblea de la Alianza Cooperativa internacional. Tendrá fundamentalmente cuatro grandes ejes, uno político e institucional para dar visibilidad al modelo cooperativo, otro internacional donde representantes de distintos países explicarán porqué el momento del cooperativismo es ahora y trasladarán los retos de futuro del sector, otro de contenidos con workshops de temáticas como plataformas, políticas públicas o cooperativismo y desarrollo, también habrá espacio para las grandes cooperativas como Covap, Covirán y Mongragón. El tercer bloque estará marcado por encuentros, asambleas y reuniones de diferentes organizaciones mundiales; y el cuarto será un espacio de distensión con visitas culturales y a distintas cooperativas.
Hablaba de los retos del cooperativismo. ¿Qué metas se marcan las cooperativas andaluzas?
Hay un reto que es muy importante para nosotros que es la visibilidad. Un modelo cooperativo como el andaluz que genera el 10% del PIB se conoce poco. Las cooperativas agroalimentarias, de trabajo o de consumo o de crédito son poco conocidas para todo lo que aportan a la sociedad. Otro reto importante es la transversalidad de las políticas públicas, no solo queremos que se hable de cooperativas de trabajo en la consejería de Empleo o de agricultura en la de Agricultura, sino que entendemos que el cooperativismo aporta de forma transversal en todos los sectores, entonces esa visión para nosotros es muy importante. El tercer reto tiene que ver con la apuesta de los poderes públicos por modelos empresariales que tienen que ver mucho con la sostenibilidad y con las grandes metas que tenemos a futuro, reto demográfico, transición ecológica e incorporar a los jóvenes y a las mujeres.
Influencia andaluza
Un encuentro mundial que ha elegido como sede Andalucía. ¿En qué países tiene mayor influencia la región como referente del cooperativismo?
Andalucía es un referente mundial por eso el evento se celebra en España y Andalucía es la receptora. Hay experiencias interesantes también en Canadá, en Italia, en el norte de Europa y en algunas zonas de Latinoamérica. La Ley de Cooperativas, el movimiento cooperativo, el modelo cooperativo de organizaciones y la Escuela de Economía Social de Osuna son referentes mundiales y funcionan como tractores para que por primera vez se haya hecho este evento aquí. Donde mayor impacto tenemos además de Portugal, Italia y otros países europeos como Francia, es en Latinoamérica, sobre todo porque tenemos muchas iniciativas del modelo cooperativo que hemos llevado a países como Colombia, Brasil, Argentina o Uruguay, donde hay una influencia importante del cooperativismo andaluz.
El lema del encuentro es 'El momento es ahora'. ¿Qué papel están jugando las cooperativas en la recuperación económica postpandemia?
Las cooperativas han demostrado durante la pandemia que las personas son nuestro centro. Han conseguido estar en primera línea en todo lo que tiene que ver con el sector sociosanitario, ayuda a domicilio o residencias, en todo lo que tiene que ver con el cuidado, pensando en las personas y no en la empresa. Otros sectores como la educación, la distribución o el consumo también han tenido un papel fundamental. Y por su puesto el sector agroalimentario. Al final de la pandemia demostramos que la prioridad siguen siendo las personas porque de las cooperativas que tuvieron que entrar en un ERTE, el 90% ya habían salido a finales del 2020 y sin ninguna pérdida de empleo, lo cual significa que las cooperativas aunque somos empresas, por supuesto, siempre pensamos en nuestros socios trabajadores, en la persona como centro de nuestro negocio. Después de la pandemia hemos demostrado también una capacidad de resiliencia importante porque nos hemos adaptado de forma rápida a las nuevas situaciones a los nuevos escenarios económicos. En estos momentos, aunque sufrimos el encarecimiento de materias primas y de los suministros, seguimos manteniendo empleo y creando empresas. De hecho, el año pasado el sector creció un 16% con respecto al año anterior. Estamos jugando un papel importante porque estamos pegados al territorio, haciendo modelos empresariales sostenibles pensando no solo en la rentabilidad como un fin sino también como un medio para mantener los proyectos empresariales y por ende el empleo a largo plazo.
El cooperativista de los últimos años está más formado y es más urbano
El cooperativismo andaluz ha crecido mucho en los últimos años. ¿Cómo han evolucionado las cooperativas?
El cooperativismo en los años 80 y a principios de los 90 estaba muy centrado en el ámbito rural y local, con proyectos que incluían a personas con muy poca formación. En los últimos 10-15 años hemos tenido un incremento de la formación de los empresarios cooperativistas, una implantación muy fuerte en las medianas y grandes ciudades y un desarrollo de negocio muy potente en cooperativas tanto del sector de trabajo, como agroalimentario, consumo o crédito. En definitiva, ha habido una evolución un desarrollo importante en todo lo que tiene que ver con la parte empresarial, todo ello sin olvidar nuestros valores como empresas cooperativas.
¿Y qué queda todavía por hacer, qué metas quedan por alcanzar?
Necesitamos una mejora de las competencias digitales como cualquier empresa, mejoras en los desarrollos de negocio y la intercooperación, además de todo lo que tiene que ver con la inversión y la financiación de nuestros proyectos empresariales.
Hablaba del reto de la visibilidad. ¿Qué papel ocupan actualmente las cooperativas en la economía andaluza?
Las cooperativas suponen el 10% del PIB y hay más de 4.320 cooperativas, eso da un mapa de lo que supone el cooperativismo en Andalucía. La aportación del turismo es muy similar, sin embargo, todo el mundo habla del turismo en Andalucía y poca gente habla de las cooperativas andaluzas. Creo que la visibilidad del modelo es muy importante, que se conozca en el sector público y en el privado me parece una cuestión clave.
¿Consideran entonces que no se valora lo suficiente este sector?
Yo creo que hay un desconocimiento por parte de la ciudadanía en general, a veces hay confusiones de lo que es el cooperativismo, en ocasiones una visión anticuada. Por eso tenemos que llevar el modelo cooperativo a los colegios, a la Formación Profesional y Universidad para que las personas emprendedoras entiendan que el modelo cooperativo es una fórmula interesante, rentable y viable de llevar su negocio a cabo.
¿Cuáles diría que son las grandes fortalezas del cooperativismo andaluz?
Pues yo creo que el cooperativismo andaluz tiene una ley bastante innovadora, el propio modelo cooperativo que tiene que ver con poner a las personas en el centro, pensando siempre a largo plazo y en la viabilidad del proyecto, que la rentabilidad es un medio y no con modelos centrados en la rentabilidad a corto plazo. Las fortalezas también tienen que ver con apostar por el entorno, el territorio, el lugar donde están las cooperativas. Hay territorios de Andalucía que no existirían o tendrían un desarrollo mucho más débil si no fuese porque hay cooperativas de trabajo o agroalimentarias implantadas allí.
¿Y las carencias?
Como comentábamos, hace falta unir más el modelo cooperativo, generar más cooperación entre las empresas para vender dentro y fuera de nuestras fronteras. La digitalización, que no es solo de este sector, es imprescindible para cualquier modelo empresarial. Nadie va a sobrevivir si no hace un esfuerzo en este sentido.
Campaña electoral
Acaba de arrancar la campaña electoral y los partidos salen a pedir el voto. Desde las cooperativas andaluzas, ¿qué creéis que deberían incluir esos programas?
Nosotros, como hemos hecho siempre, mandaremos nuestras propuestas a todos los grupos políticos pidiendo que entiendan que el cooperativismo es un instrumento imprescindible para el desarrollo de la economía andaluza, imprescindible para el desarrollo sostenible de los pueblos y para tener futuro como sociedad. Nuestro modelo empresarial siempre está pensando en las personas y en el desarrollo sostenible y eso es clave para Andalucía. Le decimos que tengan en cuenta a las cooperativas si quieren tener en cuenta el futuro de nuestra tierra.
Y ya para terminar, ¿cuáles serán las reclamaciones del sector para el nuevo gobierno?
Le pediremos que sigan apostando por medidas que mejoren la competitividad, el desarrollo de nuestras cooperativas, que se implementen en todo el desarrollo curricular de elementos que tengan que ver con el fomento del modelo cooperativo y por su puesto que cuando piensen en las legislaciones de modelos empresariales tengan en cuenta a las cooperativas como un instrumento imprescindible para el crecimiento de nuestra tierra.