
Ante un escenario mundial marcado por los efectos devastadores de la pandemia de COVID-19 y los impactos de la invasión rusa en Ucrania en los mercados energéticos y agroalimentarios entre otros, Canadá está demostrando tener en este 2022 una de las economías más resilientes del mundo.
Una rotunda respuesta económica a la pandemia por parte del gobierno canadiense abrió paso a una recuperación rápida y sólida, y la economía canadiense volvió a alcanzar sus niveles de actividad pre-pandemia ya a finales de 2021. Con un crecimiento inter-anual del PIB del 6.7 por ciento en el último trimestre de 2021, Canadá presentó la recuperación más rápida de los países del G7. También ha sido el país del G-7 que más rápido recuperó el empleo perdido durante la pandemia (y más); y la tasa de desempleo se encuentra ahora en el 5.5 por ciento, rondando mínimos en décadas.
Con este panorama nacional, Canadá se plantea como un país de oportunidades, tanto para trabajadores como para empresas e inversores. Y los trabajadores, empresas e inversores españoles están entre los mejor posicionados para beneficiarse de lo que Canadá tiene que ofrecer.
En este momento celebramos el 5º aniversario del CETA (Acuerdo de Libre Comercio entre Canadá y la Unión Europea), que ha permitido un incremento del comercio hispano canadiense del 36% si comparamos con 2016, el año antes de la firma. Esto se debe a la práctica eliminación de aranceles, así como la apertura del mercado de las licitaciones canadienses a nivel federal, provincial y municipal.
Esto ha hecho que una multitud de empresas españolas, especialmente del sector de las infraestructuras, hayan desembarcado en Canadá para desarrollar proyectos de construcción de autopistas, puentes, embalses, parques eólicos y sistemas de transporte urbano. También Canadá ha resultado atractivo para empresas españolas de los sectores del software, ciencias de la vida, automoción, agroalimentario y maquinaria. Esto se debe en parte a sus generosas políticas de incentivos a la inversión extranjera y a lo interesante del propio mercado de Norteamérica del que formamos parte en el marco del CUSMA T-MEC (el Tratado México–Estados Unidos–Canadá para el libre comercio, antiguo NAFTA).
Sin duda, la a reapertura de rutas aéreas directas desde Madrid, Barcelona y Málaga a Montreal y Toronto ha contribuido también a potenciar el interés de los canadienses y españoles en viajar a nuestros países por negocios, razones académicas y por ocio.
Canadá es una economía abierta formada por un talento muy preparado y extremadamente multicultural que hace que las empresas canadienses tengan una vocación internacional innata. De hecho, si hablamos de la presencia de Canadá en España, diremos que cada vez son más los canadienses que apuestan por comercializar sus productos o servicios aquí. Contamos con empresas TIC, aeroespaciales y consultorías, entre otras, que han decidido implantarse en España para consolidar su presencia en la península ibérica y crecer en Europa desde España.
Canadá y España miran al futuro como sociedades abiertas, tolerantes e inclusivas que apuestan por la multilateralidad como la mejor vía para alcanzar escenarios de prosperidad económica y desarrollo social que nuestros ciudadanos ansían y merecen. La Embajada de Canadá en España les abre las puertas para acercarse a conocer nuestro país.