Cada vez que me preguntan, como Embajador de Italia, por la salud de las Pymes italianas tras 2 años de pandemia, siempre vuelve a mi mente el dicho de Platón: "la necesidad es la madre de la invención". Me refiero a que, con la llegada de la pandemia, las Pymes se dieron cuenta de que solo podían asegurarse un futuro haciendo fuertes inversiones en el entorno digital. En muchos países, incluida Italia, hemos visto un verdadero cambio de ritmo. Los negocios se han vuelto más digitales y por lo tanto más ágiles y cuando finalmente la emergencia sanitaria estará terminada por completo, los cambios introducidos representarán el verdadero motor del crecimiento.
La digitalización es un proceso que ha llegado para quedarse, incluso por el lado de la demanda, si es verdad -como muchas encuestas certifican- que el público ya pretende transacciones online, y más del 70% de las pymes italianas ya ha activado su canal e-commerce. En ese sentido se puede afirmar que la transformación digital no es un fin, sino un medio para alcanzar objetivos económicos y sociales.
Para un país como Italia basado en la manufactura, la competitividad de nuestras empresas, y en particular de las pymes, es crucial para expresar plenamente el potencial del Made in Italy y su éxito en los mercados internacionales.
En ese sentido el gobierno italiano ha promovido varios incentivos para que la pyme italiana acelerase su proceso de digitalización. Para poner un ejemplo, el Ministerios de Asuntos Exteriores lanzó hace unas semanas un programa adicional de apoyo a favor de las microempresas llamado "Bono para exportación digital" que, con un presupuesto de 30 millones de euros, apoyará los gastos de microempresas para equiparse con servicios y productos digitales funcionales al aumento de las exportaciones.
Por último, quería destacar también la campaña de comunicación "Italia es simplemente extraordinaria: beIT", lanzada en 26 países prioritarios para nuestras exportaciones (entre los cuales, obviamente, España) para transmitir al público internacional una imagen de Italia que represente adecuadamente también sus extraordinarias capacidades en materia de innovación, investigación y tecnología, a parte de su patrimonio consolidado hecho por cultura, tradiciones y saber hacer.
No cabe duda que el fortalecimiento del Made in Italy en los mercados internacionales, incluso en sectores como robótica, farmacéutica, cosmética, construcción naval, aeroespacial y tecnologías de seguridad, pasará sin duda por la buena salud de nuestras pymes.