
Corea es un país altamente dependiente del comercio exterior, con casi un 70% de su PIB. Desde los años 60, el gobierno Coreano se ha esforzado para lograr el desarrollo a través de políticas económicas orientadas a la exportación. Las empresas que han competido en el mercado global son las que lideran a la economía coreana en la actualidad.
Samsung escapó de la crisis global del petróleo de los 70 al dirigir la producción local y las actividades de I+D hacia el extranjero, y desde la década de 1990, ha logrado un crecimiento notable a través de la innovación en calidad, de acuerdo con los estándares y M&A globales.
Hyundai Motors y Kia Motors lograron afrontar el colapso de la industria automotriz tras la crisis financiera de los 90 a través de la exploración activa de los mercados emergentes. Hoy se han convertido en la quinta compañía automotriz del mundo.
Y LG tuvo que afrontar también la crisis de los 90 vendiendo sus principales filiales, pero logró superarla con una estrategia de globalización en Europa y América. Actualmente es una empresa global en los sectores de electrodomésticos y baterías avanzadas.
La industria del entretenimiento coreana es otro ejemplo de éxito de internacionalización. En los 80, incluso cuando la cultura pop coreana era cuestionada en Corea, el sector fue capaz de alcanzar el éxito creando contenidos dirigidos al mercado extranjero.
El gobierno Coreano apoya activamente la entrada en los mercados exteriores para ayudar a las empresas a internacionalizarse a través de las embajadas y KOTRA, el equivalente al ICEX, y en base a políticas establecidas por los ministerios competentes.
Con ocasión de la visita de Estado del Presidente de Corea a España en junio del año pasado, los dos países se convirtieron en 'Socios Estratégicos', tras lo cual la cooperación entre sus empresas se ha ampliado gradualmente. Espero que las empresas coreanas y españolas continúen creciendo juntas como 'socias estratégicas' en el cambiante entorno empresarial global.