Chile eleva su salario mínimo un 14,3% en 2022, el mayor reajuste en 25 años, subvencionando temporalmente a las MiPyMEs (micro, pequeñas y medianas empresas). La iniciativa, que contempla una subida desde los 350.000 pesos chilenos que conforma el salario mínimo actual (cerca de 385 euros) a los 400.000 pesos (aproximadamente 440 euros) para trabajadores mayores de 18 años, estará respaldada con una ayuda mensual a las empresas de 22.000 pesos (en torno a 25 euros) por cada trabajador hasta el 30 de abril de 2023. De esta manera, el subsidio cubre practicamente la mitad del alza total.
No obstante, la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, manifestó en una entrevista publicada por el Gobierno en el Día de los Trabajadores que "dado el escenario inflacionario, el acuerdo contempla que, en caso de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado en 12 meses a diciembre de 2022 supere el 7%, el ingreso mínimo se incrementará a 410.000 pesos (451 euros) a contar de enero de 2023". En este caso, el subsidio aumentaría a 32.000 pesos (35 euros).
En este sentido, cabe destacar que Chile acumuló en abril una inflación del 10% en doce meses, una situación que ha llevado al Banco Central a subir las tasas de interés referencial como medida de contención del 2,75% al 7% en menos de medio año, algo inédito en más de 20 años.
De esta manera, desde el Gobierno apuntan que "este diseño contempla ir en beneficio de, aproximadamente 180.000 MiPyMEs de Chile, lo que se traduce en una ayuda al pago del ingreso mínimo mensual de 400.000 trabajadores contratados por estas".
Acuerdo con la CUT
El acuerdo entre el Ejecutivo del progresista Gabriel Boric y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la central sindical más grande del país sudamericano, logró concretar la propuesta que afectará a cerca de 830.000 personas y que se llevará a cabo de manera gradual, en dos tiempos. Un primer incremento hasta los 380.000 pesos (sobre 418 euros) a partir de mayo, y un segundo incremento hasta 400.000 (440 euros) a partir de agosto. No obstante, y a pesar de la posible demora en su aprobación, la subida tendrá carácter retroactivo a contar desde el 1 de mayo.
Para que este aumento sea oficial, el reajuste salarial debe ser aprobado por ambas cámaras en el Congreso. De esta forma, la Cámara de Diputados dio luz verde el pasado miércoles, con 143 votos a favor y una abstención, por lo que quedaría ahora el visto bueno por parte del Senado. En tanto, desde el Senado, su presidente, Álvaro Elizalde (del Partido Socialista), calificó el proyecto como una buena señal, asegurando que su compromiso es que la Cámara Alta lo apruebe "con serenidad".
Ahora bien, ese es el primer escalón, porque el compromiso que figura en el programa del Gobierno es que "nadie que trabaje una jornada completa viva bajo la línea de pobreza, por lo que esperamos que, al final de nuestro mandato, el ingreso mínimo tenga un alza de 500.000 pesos" (550 euros), aseguraba la ministra de Trabajo.
Otras medidas
Mientras tanto, el Ejecutivo considera que el alza pactado "en conjunto, suma un reajuste total de aproximadamente 14,3%, mayor a la proyección de inflación total presentada por el Banco Central en el Informe de Política Monetaria de marzo para el año 2022 (8,2% promedio anual), con lo que el ingreso mínimo mensual mantiene su poder adquisitivo".
Asimismo, el gobierno chileno se compromete en el mismo paquete de medidas presentadas en la Cámara de Diputados a proteger los hogares a través de un aporte mensual que cubrirá, entre los meses de mayo y diciembre de 2022, las alzas en los precios de la cesta de la compra experimentados en el último año. "Los beneficios a los que se asocia el aporte excepcional que establece este proyecto de ley tienen un alcance significativo, cubriendo a 1.678.389 hogares en nuestro país", señalan.
Por su parte, la ministra de Trabajo chilena confirmaba la creación de una mesa técnica para valorar la reducción de la jornada a 40 horas. En este sentido, hay que recordar que la jornada laboral ordinaria de Chile tiene una duración máxima de 45 horas semanales, excepto para determinados grupos de trabajadores.
Comparativa por países
Con todo, el alza sitúa a Chile a la vanguardia de América Latina en cuanto a salario mínimo, aunque todavía quedaría muy lejos de los principales países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Así, el informe Dimensionando la problemática social del salario mínimo del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP) publicado en abril compara los niveles de vida de diferentes países utilizando la medida PPP (Purchasing power parity), con el último dato disponible de los dólares ajustados por poder de compra.
Con la subida establecida, el ratio de paridad de poder adquisitivo de Chile a finales de año -de 879 dólares- superará a países de América Latina como Ecuador, con un salario mínimo ajustado de 840 dólares. Mucho más atrás se sitúan naciones como Brasil, con 471; México, con 535; Uruguay, con 632; Argentina, con 660, y Colombia con 702. Por el contrario, Costa Rica se mantiene en cabeza por delante de Chile con 1.007 dólares.
En lo que respecta a los países de la OCDE y pese a este repunte en el país, la comparación del ingreso mínimo en PPP con Chile todavía estará lejos de estos países. Luxemburgo lidera la lista con 2.529 dólares seguido de Irlanda con 2.376, y de Holanda, con 2.332. El promedio de la OCDE es de 1.604.
