Las entradas de inversión extranjera directa en España caen un 22% a pesar de que los flujos internacionales superan ya en un 37% el nivel anterior al Covid tras marcar una subida récord del 88% el año pasado. Pese a esta recuperación en el volumen global, según los datos publicados ayer por la OCDE, en España las entradas de inversión en 2021 se situaron en los 9.776 millones de dólares frente 12.607 del año anterior. La pérdida de captación española deja la posición de los inversores extranjeros en España en los 777.635 millones de dólares, frente a los 815.401 millones del ejercicio pasado.
La media europea está aún peor. Los flujos hacia los países de la Unión Europea en su conjunto disminuyeron un 30%, impulsados por los descensos en Irlanda, Alemania y Luxemburgo, desde los niveles máximos registrados en 2020. También se registraron desinversiones por tercer año consecutivo en los Países Bajos.
Las entradas de capital extranjero en la OCDE representaron el 45% de las entradas mundiales
Una situación que contrasta con el conjunto de la OCDE. En los países desarrollados las entradas de inversión extranjera aumentaron un 75%, hasta los 809.000 millones de dólares, un 5% más que los niveles prepandémicos. Las entradas de capital extranjero en la OCDE representaron el 45% de las entradas mundiales en 2021, una media ligeramente inferior a la de 2018-2019, cuando firmó un 51%.
Este aumento con respecto a 2020 fue impulsado principalmente por los repuntes de los flujos de entrada hacia Estados Unidos -con 382.000 millones de dólares-, impulsados por los niveles récord de reinversión de los beneficios y el aumento de las entradas de capital que implican grandes operaciones de fusiones y adquisiciones. También se registraron aumentos en muchos otros países de la OCDE, en particular en Canadá -con 60.000 millones de dólares-, Suiza -con 37.000 millones de dólares- y Japón -con 25.000 millones de dólares-.
Por su parte, las entradas de inversión extranjera directa en las economías del G20 aumentaron un 67%. Crecieron un 96% en las economías del G20 de la OCDE y 43% en las economías del G20 no pertenecientes a la OCDE. En comparación con los niveles anteriores a la pandemia, los flujos de inversión extranjera en los países no pertenecientes a la OCDE aumentaron un 47%, en gran parte impulsados por los incrementos en Brasil, China, Rusia y Sudáfrica. Alcanzaron un máximo en China y un récord en Sudáfrica, que se vio muy afectado por un intercambio de acciones entre dos importantes actores del sector tecnológico. Estados Unidos fue el principal destino de las entradas de inversión en todo el mundo en 2021, acogiendo flujos de inversión por valor de 382.000 millones de dólares. China, Canadá y Brasil fueron los siguientes mayores receptores.
Recuperación mundial
En términos generales, las inversiones internacionales dieron un salto del 88 % el pasado año por el empuje de Estados Unidos y China. Los datos de la OCDE indican que en 2021 los flujos de inversión internacional alcanzaron 1,815 billones de dólares, lo que significa un 37 % por encima del nivel prepandémico, aunque sin llegar al pico de 2015 y, sobre todo al de 2007.
Este crecimiento fue impulsado por los beneficios en la OCDE, que alcanzaron algunos de sus niveles más altos desde 2005. De esos beneficios, se distribuyeron menos a los accionistas, lo que dio lugar a niveles sin precedentes de reinversión de los beneficios. Las entradas en la zona de la OCDE superaron los niveles anteriores a la pandemia en un 5% y las salidas alcanzaron un récord de siete años, impulsadas por los altos niveles de reinversión de los beneficios.
En 2021, Estados Unidos, además del principal destino de la inversión extranjera directa en todo el mundo, fue también la mayor fuente de salidas de capital, que alcanzaron su máximo en 2021, impulsadas por los altos niveles de reinversión de los beneficios. Le siguieron Alemania, Japón, China y el Reino Unido, con más de 100.000 millones de dólares de salidas en 2021.
Fusiones y adquisiciones
Por su parte, las operaciones de fusiones y adquisiciones transfronterizas completadas superaron los niveles anteriores a la pandemia en un 50% en las economías avanzadas y en un 25% en las economías emergentes y en desarrollo.
En general, el valor de las fusiones y adquisiciones transfronterizas se vio impulsado por algunas grandes operaciones. La tecnología, la industria y la energía fueron los sectores que más se recuperaron respecto a los niveles anteriores a la pandemia (con un valor total de las operaciones valor de las operaciones en 2021 fue un 194%, 77% y 41% mayor que en 2019, respectivamente). Un mayor número de acuerdos se cerraron en el sector tecnológico y sanitario en 2021, en comparación con los niveles anteriores a la pandemia.
La actividad de fusiones y adquisiciones transfronterizas siguió aumentando en el primer trimestre de 2022, tanto en las economías avanzadas como en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, aunque el número de operaciones disminuyó ligeramente lo que indica un número menor de operaciones, pero más significativo.
Las 'M&A' más significativas
El valor de las fusiones y adquisiciones (M&A) se vio impulsado por alguna de las mayores operaciones de los últimos tiempos. Por ejemplo la de Altimeter (Estados Unidos), que se fusionó con la empresa tecnológica Grab Holdings (Singapur). Por su parte, Canadian Pacific Railway se fusionó con Kansas City Southern (Estados Unidos) en el sector del transporte. También se produjo la adquisición por AerCap (Irlanda) de GE Capital Aviation Services (Estados Unidos), que ofrece servicios de arrendamiento de aviones.
Los últimos datos sobre los proyectos de inversión anunciados de la base de datos FDI Markets del Financial Times muestran signos de recuperación de la pandemia de COVID-19 para la inversión en nuevas instalaciones para algunas economías. En 2021, los gastos de capital aumentaron un 38% en las economías avanzadas mientras que se mantuvieron casi estables en las emergentes.