Los empresarios rechazan la propuesta de prohibir los despidos objetivos de forma temporal que aleguen como causa el impacto económico de la guerra de Ucrania, tal como avanzó el jueves la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La califican de "inadecuada", contraria a "la libertad de empresa", "inoportuna" y "traición al diálogo social" que solo servirá para ocultar las cifras reales del paro. La medida ya fue usada durante la pandemia, que entonces no gustó a los empresarios y la vuelven a poner en entredicho. Además, el Ministerio de Trabajo también estudia alguna fórmula para evitar descensos de salarios.
Varias patronales consultadas por eE muestran su oposición a que se coarte el derecho de las empresas a los despidos objetivos. Otras, como CEOE, Confebask, la CEA andaluza o la patronal de concesionarios de automóviles, Faconauto, prefieren esparar a conocer la propuesta antes de opinar. Algo que podría suceder en los próximos días si Trabajo decide llamarles para negociar las medidas.
De momento, empresarios y sindicatos coinciden en que desconocían la intención del Gobierno de tomar este tipo de medidas. Si no les llaman, conocerán los detalles tras el Consejo de Ministros del próximo 29 en el que el Gobierno aprobará un paquete de medidas para paliar los efectos económicos de la guerra.
Libertad de empresa
Desde Cepyme defienden que no se debe abusar de la limitación de la libertad de empresa. Defienden que para que la empresa supere una crisis como la actual "se debe apoyar al tejido empresarial y dotarla de elementos de flexibilidad y de la mayor certidumbre posible en un momento en el que no la hay". Por eso, consideran esencial que los empresarios conocieran con antelación las medidas con las que iban a poder contar "porque la planificación en la empresa es intrínseca muchas veces a su supervivencia".

El presidente de la patronal madrileña Ceim, Miguel Garrido esgrime un argumento similar: "La libertad empresarial es innegociable. De ninguna manera podemos aceptar que se limite o cercene la capacidad de los empresarios para tomar las medidas que se consideren necesarias para garantizar la viabilidad de sus empresas". En opinión de Garrido, el Gobierno, sin embargo, "sí tiene una herramienta a su alcance para sostener el empleo en una situación de crisis como la que vivimos: bajar los impuestos y dejar respirar a las empresas"
Desde Confemental, asociación que representa a más de 150.000 empresas del metal, consideran la medida "inadecuada, cuyo único objetivo sería ocultar las cifras reales de desempleo sin resolver sus causas". En su opinón, en el caso de la pandemia tuvo su lógica, pero ahora no tiene sentido. "Mantener el empleo pasa por proteger e impulsar la actividad con medidas fiscales y ayudas que compensen los problemas creados por la subida de los precios energéticos y los problemas de suministo, destacan. "Es lo que están haciendo otros países, no esconder las cifras de desempleo".
Traición al diálogo social
El presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, considera que una vez más se anuncia una merma en "nuestra capacidad de adecuar nuestas actividades a la realidad económica. Va contra la capacidad de adaptarnos a las necesidades operativas y laborales. Y de nuevo de manera unilateral, sin siquiera una reunión con los agentes sociales que pagamos las nóminas. Si se aprueba, sería otra traición al diálogo social y un golpe mortal a la reforma laboral aprobada hace apenas tres meses. Es una falta de respeto que sigan cambiado las reglas del juego cuando les conviene", dice Amor.
En la catalana Foment del Treball, la consideran totalmente "inoportuna" y matizan que "no comentamos ocurrencias".
Por su parte, Salvador Navarro, presidente de la asociacion valenciana (CEV), insiste en que "no es una opción que nos hayan presentado, la valoraremos si la hacen, pero las empresas despiden cuando no hay otra opción. Precisamente por eso pedimos Ertes, para no tener que hacerlo".
Discrepancia entre Díaz y Calviño
La vicepresidenta primera y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, no descartó ayer abiertamente la propuesta de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de incluir en el Plan Nacional de Respuesta a la Guerra la prohibición de los despidos objetivos, como se hizo en la crisis sanitarias, aunque sí ha dejado claro que "no se debe poner a los ciudadanos en un estado de ánimo" que no es de la pandemia.
Calviño, en declaraciones a La Sexta recogidas por EP afirmó que el Ejecutivo "valorará todas las propuestas" que le están llegando desde partidos, CCAA y agentes económicos para "armar un paquete de medidas coherente y eficaz" que responda a los problemas de la guerra. Al insistirle en si querría que se volviera a instaurar la prohibición temporal de los despidos objetivos, como pide Díaz, la vicepresidenta primera aseguró que "lo que ella quiere es responder de manera eficaz a la situación actual" del país.
El empleo flojea
Tras reconocer que esta semana la afiliación a la Seguridad Social "está flojeando" por el paro del transporte y la "incertidumbre" generada por la guerra, Calviño subrayó que la economía española ha arrancado el año con una "evolución muy positiva" de su mercado laboral. "Tenemos que evitar poner a los ciudadanos en un estado de ánimo que no se corresponde con la pandemia", apuntó.
La vicepresidenta primera respondía así a las declaraciones realizadas anoche en la cadena SER por Yolanda Díaz, en las que afirmó no entender por qué "una parte del Gobierno" no comparte algunas medidas que ya se impulsaron durante la crisis del coronavirus y que fueron eficaces, como lo fue la prohibición de los despidos objetivos.
Díaz insistió en que "esa medida funcionó" durante la pandemia. "Si estás en un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) por causa Covid, el hecho de no despedir sirvió, igual que la cláusula de mantenimiento de empleo durante seis meses", explicó. Pese a ello, Díaz insistió en que "en el Gobierno hay una parte" que no "comparte" estas consideraciones.