Los impuestos sobre la energía en la Unión Europea representaron más de las tres cuartas partes de los ingresos totales por impuestos ambientales (77,2% del total) en 2020, muy por delante de los impuestos sobre el transporte (19,1%) y la contaminación y los recursos (3,7%), según los últimos datos de Eurostat. Asimismo, en determinados países como República Checa, Rumanía, Luxemburgo, Estonia y Lituania suponen la mayor fuente de ingresos con más del 90% del total de impuestos medioambientales.
Por otro lado, los impuestos relativos al transporte fueron el segundo componente más importante de los ingresos fiscales ambientales para todos los Estados miembros de la UE, excepto en Estonia. De hecho, esta tasa fue particularmente alta en Dinamarca, Austria, Malta e Irlanda.
En cuanto a los impuestos sobre la contaminación y los recursos, representan una parte muy pequeña de los ingresos fiscales ambientales. Agrupan una variedad de impuestos, que gravan, por ejemplo, los residuos, la contaminación del agua y la extracción. "En muchos países europeos, estos impuestos se introdujeron más tarde que los impuestos sobre la energía o el transporte y hasta ahora solo se informan valores pequeños de esta categoría de impuestos", explican. Sin embargo, Países Bajos, Malta, Hungría y Estonia destacan en este ámbito registrando porcentajes que, aunque pequeños, son mayores que en otros Estados miembros de la UE.

España, a la cola
En términos absolutos, los ingresos gubernamentales por impuestos medioambientales en los 27 países de la UE representan el 2,2% del PIB y el 5,4% de los ingresos totales procedentes de impuestos y contribuciones sociales. Estos ascendieron a 299.930 millones de euros en 2020, lo que supone un 7,7% menos respecto al récord histórico de 324.904 millones en 2019. De ellos, 19.750 millones de euros corresponden a España.
Actualmente, la tributación medioambiental forma parte del componente 28 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. En este sentido, el Consejo de Ministros ha autorizado hace apenas unos días el inicio de la tramitación de la modificación de la regulación relativa al Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI) con el objetivo de dotarlo de una mayor simplificación y así facilitar su gestión y control.
Sin embargo, España continúa un año más siendo uno de los países de la Unión Europea que menos recauda por impuestos medioambientales, puesto que estos abarcaron el año pasado un 4,69% de los ingresos fiscales procedentes de tasas y contribuciones sociales, lo que supone el sexto porcentaje más bajo de la UE.
Eslovenia, Lituania, Bulgaria y Grecia, los países que más recaudaron el pasado año
De esta forma, España se sitúa en la 22ª posición en 2020, con un 4,69% de recaudación ambiental, sólo por delante de Francia (4,61%), Suecia (4,58%), Alemania (4,12%), Eslovaquia (4,04%) y Luxemburgo (3,49%). En lo más alto de la clasificación se sitúan Eslovenia (12,32%), Letonia (10,12%), Bulgaria (9,88%) y Grecia (9,11%).
Comparación con ingresos totales
Los impuestos medioambientales de la UE fueron alrededor de 88.500 millones de euros más que en 2002. Sin embargo, en relación con el PIB, su nivel ha disminuido (del 2,6% al 2,2% del PIB). Durante el mismo período, la participación de los impuestos ambientales en el TSC se redujo en 1,2 puntos porcentuales (pp) , de 6,6% en 2002 a 5,4% en 2020.
Aún así, la evolución de la recaudación tributaria ambiental en relación con el PIB y el TSC parece haber cambiado su patrón en 2008, y nuevamente en 2016. Después de cinco años de disminución consecutiva, comenzó a aumentar en 2009 "presumiblemente debido a la recesión económica y la caída tanto en el PIB nominal como en los ingresos públicos, como resultado de la crisis financiera" y se mantuvo relativamente estable durante los siete años siguientes. No obstante, a partir de 2017, los ratios han vuelto a caer ligeramente.
Haciendo referencia a la crisis de Covid-19 en 2020, la mayoría de los países reportaron disminuciones significativas en los impuestos a la energía en comparación con 2019.
Hogares y empresas
Para el último año disponible 2019, las empresas de la UE pagaron el 51,5% de todos los ingresos fiscales por energía recaudados por los gobiernos. De esta manera, la contribución de los hogares, 44,0%, fue menor en 7,5 pp.
Por contra, los impuestos sobre el transporte pagados por los hogares representaron en 2019 una proporción mayor (66%) de los impuestos sobre el transporte de la UE que los pagados por el sector empresarial (33%). "Esto se debe a que los hogares son el principal contribuyente de los ingresos por impuestos sobre los vehículos de motor", detallan en el informe.
Asimismo, en hasta cuatro países de la UE - España, Malta, Italia y Finlandia - la participación de los hogares en los impuestos sobre el transporte supera el 75%.