
Las acusaciones de manipulación de datos contra la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, enturbian el arranque de las reuniones anuales de la institución y el Banco Mundial. Al cierre de esta edición el consejo ejecutivo del Fondo se mostraba todavía dividido sobre si mantener a la búlgara en el cargo o forzar su dimisión.
El directorio del FMI se reunió el domingo con Georgieva y el bufete de abogados que afirma que ésta presionó al personal del Banco Mundial para cambiar los datos para impulsar la clasificación de China en el ranking "Doing Business" cuando era directora ejecutiva del Banco Mundial en 2017.
EEUU en contra
"El directorio realizó nuevos avances significativos en su evaluación con miras a concluir muy pronto su examen del asunto", adelantó el Fondo en un comunicado. El consejo, compuesto por 24 miembros, tenía previsto reunirse de nuevo el lunes para decidir el futuro de Georgieva al frente de la entidad.
El Financial Times adelantó que Estados Unidos y Japón quieren que la actual directora del FMI deje el cargo, sin citar ninguna fuente concreta. Cabe recordar que EEUU es principal donante de la institución y con el control de una participación del 16,5%. Por su parte, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido son más partidarios de mantener a Georgieva en el cargo, alineándose así con China y Rusia.
Los críticos sostienen que las acusaciones contra la directora gerente del FMI diezman la capacidad de dicha institución y del Banco MundiaI para promover reformas favorables al crecimiento. Sus apoyos señalan el gran trabajo de Georgieva para ayudar a los países emergentes y en desarrollo.