
Cuando le preguntas qué le quita el sueño al presidente del Círculo de Empresarios responde, sin más, "que seamos capaces de ponernos de acuerdo en las grandes reformas estructurales que necesita nuestro país, porque si no va a ser una oportunidad perdida". Manuel Pérez-Sala (Cáceres, 1962) es nuevo en el cargo pero no un novato en la institución, donde ha estado durante más de dos décadas. "Soy socio del Círculo desde hace más de 20 años. He presidido varios comités de esta casa y hace pocos meses he recibido el enorme honor de ser designado presidente", señala. Ingeniero de Caminos, Canales, y Puertos y máster en Dirección y Administración de Empresas, es un experto en estrategia y posicionamiento de negocios, en diseño, negociación y ejecución de inversiones y planes de reestructuración, control de costes y en dirección estratégica y de desarrollo corporativo, entre otras muchas cosas. En su presencia se tiene la sensación de estar ante un hombre al que su cargo le va como anillo al dedo, que hace honor a su profesión de ingeniero y, tal vez por eso, tiene una opinión perfectamente conformada y precisa de la situación económica de nuestro país. Durante la entrevista no hay preguntas sin respuesta y solo se relaja y emplea un tono más distendido cuando la periodista se interesa por su situación familiar y le pregunta si sus hijos han seguido la estela profesional de la familia: "Tengo tres hijos universitarios, pero no he tenido la suerte de que alguno sea ingeniero. Una estudia veterinaria, otra será abogada y el tercero, economista. Cada uno debe estudiar lo que le gusta porque la vocación es muy importante para el desarrollo laboral". Dice que subir el salario mínimo, desde el punto de vista de la macroeconomía, es una mala decisión que tiene un fuerte componente populista. Apuesta por rebajar a 20 días por año el coste de los despidos improcedentes y a 16 el de los procedentes y por aumentar la edad de jubilación en un periodo entre los 68 y 72 años. Sabe que estas medidas no son populares, pero insiste en que "explicándolas a la sociedad se entenderían bien y serían una forma de estimular el empleo". No tiene pelos en la lengua.
El Gobierno ha acordado la subida del SMI al margen de los empresarios. ¿Tan importantes son 15 euros para romper el diálogo social?
La subida del SMI es un error porque perjudica sustancialmente a la sociedad española. De hecho, la mayoría de las grandes empresas no están afectadas, porque la mayor parte de sus trabajadores tienen unos salarios mucho más altos. Realmente perjudica a quienes están buscando su primer empleo, tienen que incorporarse al mercado laboral y carecen de experiencia. La subida proyectada tanto para 2021 como para 2022, según Cepyme, podría suponer una pérdida de entre 60.000 y 130.000 empleos.
Sea como fuere, se ha llevado el gato al agua la parte podemita del Gobierno y Yolanda Díaz se ha impuesto a las tesis de Nadia Calviño...
Subir el salario mínimo, desde el punto de vista de la macroeconomía, no es una buena decisión. Aunque puede ser de interés para los partidos que tienen un planteamiento populista y eso está dentro del plan de acción de Podemos o IU. Aquí han triunfado las tesis de Podemos en el difícil equilibrio que mantiene el Gobierno con sus socios, porque tal vez le ha interesado más ceder ante esta pretensión que generar un conflicto en otros ámbitos.
¿La ruptura del diálogo social es un mal precedente que abre un camino de difícil salida o algo puntual?
La ruptura del diálogo social es más bien puntual, pero sí es un mal precedente. Están por venir medidas muy importantes, relativas a la reforma del mercado laboral, que nos exige Bruselas, y se pueden ver empañadas por esa falta de voluntad de diálogo. El Gobierno quiere subir el salario mínimo y pedir a los agentes sociales que lo acepten sí o sí, y es un mal planteamiento. Es como decir yo os exijo, pero que paguen las empresas, cuando en realidad quienes van a pagar son los trabajadores.
Con la mirada en Europa, hay temas importantes que abordar como la reforma laboral y no es buen momento para enfrentamientos, ¿no?
Hay dos asuntos fundamentales: la reforma laboral y la reforma de las pensiones. Sin estas reformas la economía española no es viable y no podrá seguir adelante. Además, aquí se arrastran algunos problemas estructurales en el mercado laboral que sería bueno corregir, aprovechando la llegada de los fondos europeos Next Generation, y no dejar precisamente estos problemas para las generaciones futuras.
¿Una derogación completa de la reforma laboral nos llevaría al caos? ¿Es viable o solo un deseo de los sindicatos que no se va a cumplir?
Una derogación de la reforma laboral es un disparate, y no tiene ningún sentido. Hacerlo supondría, por ejemplo, derogar los Ertes, que han sido el instrumento estrella del Gobierno para gestionar la pandemia. Nosotros, sobre la reforma laboral, queremos proponer a la sociedad reformas valientes, y explicarlas adecuadamente, aunque inicialmente no sean bien recibidas.
¿A qué se refiere exactamente?
España tiene dos grandes problemas: el desempleo y la temporalidad. ¿Qué hay que hacer para solucionar la temporalidad? Equiparar los costes de despido de los contratos temporales y de los contratos indefinidos. De esa manera, para un empresario, sería absolutamente indiferente a la hora de contratar utilizar un contrato temporal o uno indefinido. La equiparación de costes de despido es esencial para acabar con la temporalidad. Además, sería muy bueno para la economía española bajar los costes de despido a los niveles de los países que mejor funcionan en ese ámbito.
¿Cuánto habría que bajar esos costes?
Recordemos que Alemania tiene un coste de despido de 15 días por año. Nosotros estaríamos proponiendo bajar el coste de indemnización de los despidos improcedentes a 20 días por año y el de los procedentes a 16. Es decir, bajar de 33 a 20 y de 20 a 16. Y hacerlo de una forma que beneficie al trabajador, porque en esta indemnización de despido queremos que se incluya, del total, 6 días por año, utilizando la denominada mochila austriaca. Este es un buen sistema que también mejoraría las pensiones de jubilación y si se explica bien, la sociedad lo entenderá. Bajar los costes del despido tiene como único propósito mejorar el empleo y aumentar la contratación.
"Proponemos bajar a 20 días el coste del despido improcedente y a 16 días el procedente"
¿El actual sistema de pensiones es sostenible tras la reforma del Gobierno? ¿Cuál sería la alternativa?
El sistema actual de pensiones es insostenible. De hecho, dentro de pocos años el volumen de cotizaciones será incapaz de sostenerlo. El Gobierno ha hecho una reforma cosmética que trata de equilibrar las cuentas, transfiriendo una parte de las obligaciones del sistema de pensiones a los Presupuestos Generales del Estado para dar la apariencia de que está equilibrado. El problema es que dentro de dos años volveremos a estar en el mismo desequilibrio. Se reduce el número de cotizantes por pensionista y estos son matemáticas, llevan a un desequilibrio estructural imposible de sostener.
"El Sistema de pensiones es insostenible y la reforma ha sido cosmética"
¿Me está diciendo que subir las pensiones de acuerdo al IPC las hace todavía más insostenibles?
La subida de las pensiones con el IPC empeora la sostenibilidad del sistema, porque no pone en relación lo que pagamos con lo que recaudamos con cotizaciones sociales y con el crecimiento de la economía. Si se pierde el factor de sostenibilidad, hacemos mucho más inestable el sistema de pensiones. Nosotros proponemos un sistema al estilo sueco, donde el ciudadano tiene que recuperar su capacidad de decisión sobre su propia pensión, en lugar de que esté secuestrada en manos del Gobierno de turno. Viendo la pirámide demográfica es inevitable el retraso de la edad de jubilación.
De hecho, el Gobierno ya está planteando ese asunto, ¿no?
El Gobierno tiene un plan para retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años. Nosotros entendemos que deberíamos definir un periodo comprendido entre los 68 y los 72 años, a elección del ciudadano, y que sea él quien decida si quiere sacrificar una pequeña parte de su pensión jubilándose antes, o quiere incrementarla significativamente jubilándose después. De aprobarse nuestra opción la jubilación a los 72 años sería un 20% superior.
"Si nos jubiláramos entre los 68 a los 72 años, la pensión sería hasta un 20% superior"
¿Los Ertes deben de tener fecha de caducidad? El Gobierno habla de enero y si hay formación...
Los Ertes han sido una buena medida. Está concebido como un mecanismo excepcional para circunstancias excepcionales. Nosotros consideramos que podríamos pensar en un Erte indefinido, es decir, permanentemente disponible, siempre y cuando se produzcan esas situaciones excepcionales y que dejara de estar en vigor cuando la situación excepcional cesara. Así todos los Ertes actuales deberían ir cesando a medida que vayan extinguiéndose las circunstancias que lo provocaron. Hay muchos sectores donde los Ertes están enmascarando una situación de inviabilidad que no podemos mantener en el tiempo.
"Deberíamos pensar en un Erte indefinido para situaciones excepcionales"
Oiga, ¿qué le parecen las medidas adoptadas por el Gobierno ante el desenfreno del recibo de la luz?
Las medidas que ha adoptado el Gobierno son equivocadas, y el resultado de una trampa política en la que el propio Gobierno se ha metido. Su objetivo era dar apariencia de que se solucionaba el problema, cuando eso no es cierto. El recibo eléctrico español es más caro que en otros países europeos, fundamentalmente por la carga impositiva y cargos adicionales, muchos de ellos relacionados con la moratoria, con el déficit de tarifa, que estuvo en vigor entre 2004 y 2013. Ese déficit acumuló una deuda de casi 40.000 millones que acabaremos de pagar en 2028. Otro error fue la instalación de centrales fotovoltaicas en un momento en que la tecnología era incipiente, cara y que nos obliga a mantener unas primas por la producción de energía solar absolutamente desproporcionadas. Estos errores tienen un coste muy importante en la factura, como también lo tiene la tarifa regulada en la que el propio Gobierno decidió hacer una discriminación horaria y relacionar el coste que pagamos por la electricidad en diferentes horas al día.
¿También fue un error situar ideológicamente a la energía nuclear como si fuera una opción de la derecha más reaccionaria?
La energía no es de izquierdas ni de derechas. Francia y Alemania son dos países con un componente nuclear muy importante y tienen una energía mucho más barata que la española; por lo tanto, una participación nuclear mayor sería muy buena para nuestra economía. La energía nuclear no produce CO2 y en estos tiempos en los que estamos comprometidos con la reducción de emisiones, tendría una contribución muy positiva en el pool eléctrico español.
¿Otra medida estética de cara a los ciudadanos sería evitar las puertas giratorias e impedir que el destino de los líderes políticos fueran esos consejos de administración?
Mejoraría mucho la percepción que los ciudadanos tienen de las compañías eléctricas si no hubiera políticos. Debe haber consejeros independientes, que representen los intereses de los accionistas y menos políticos. Se debe contar con los mejores profesionales para hacer su trabajo. Abogamos por el principio del mérito para asumir esas responsabilidades y no por la influencia política.
El Gobierno recauda 3.000 millones de euros por la luz. ¿Señalar a las eléctricas da un mensaje de inseguridad jurídica que se puede volver en contra?
No es que esté recaudando, lo que hace el Gobierno es confiscar 3.000 millones a unas compañías, que da la casualidad de que son eléctricas, pero podrían ser de otro tipo. Esta decisión unilateral del Gobierno no se ha producido en ningún país de Europa y el sector energético está regulado por Bruselas. Si se toman una serie de decisiones sin contar con esas empresas al margen del marco regulatorio europeo, se va a crear una gran inseguridad jurídica y se va a abrir un galimatías de demandas que al final pagará el consumidor. Estamos en una situación muy complicada, porque se ha tomado una decisión de forma unilateral y confiscatoria. En el sector eléctrico donde hay que hacer inversiones con un horizonte de entre 20 y 50 años, no se puede dar un mensaje de inseguridad.
¿Los fondos europeos son una oportunidad para cambiar las cosas o un arma electoral potentísima para el Gobierno?
Los fondos europeos son una buena noticia, pero también una enorme responsabilidad. Esos fondos no son gratis. La mitad de ellos serán préstamos y la otra mitad irán a cargo del presupuesto de la UE, y España tiene que contribuir con su porcentaje. Nosotros hemos abogado por la creación de una agencia independiente como han hecho otros países, precisamente para evitar que se conviertan en un instrumento político y electoral. Este Gobierno está aprovechando cualquier ocasión para maximizar sus posibilidades electorales y hay que estar vigilantes para que esto no ocurra con los fondos. De momento hay una falta de transparencia total y eso no es un buen síntoma.
¿Cree que va a haber Presupuestos este año? Los nacionalistas ya le están poniendo precio a su apoyo…
El Gobierno va a presentar un borrador de Presupuestos y tratará de conseguir adhesiones, pero otra cosa distinta es que las consiga. Le reprochamos a este Gobierno que haya buscado acuerdos en los extremos y no consensos en el centro, que es lo que necesita nuestro país.
¿Es una anormalidad democrática que PSOE y PP no se pongan de acuerdo en nada, ni tan siquiera en la renovación de los órganos constitucionales?
La elección de Mario Draghi en Italia para liderar el país en un momento tan duro ha sido un ejemplo para todos los países europeos, se han antepuesto los intereses generales a los intereses partidistas, y eso da envidia. En España hubiéramos deseado lo mismo, porque efectivamente la falta de acuerdo es una anomalía democrática. Pero la responsabilidad fundamental de que no se haya conseguido ese consenso es, en primer lugar, del presidente del Gobierno, y subsidiariamente del líder de la oposición. El Gobierno ha optado por el interés partidista, ha elegido socios, y se ha olvidado del interés general.
Tampoco el PP es un ejemplo de unidad. ¿Con las discrepancias sobre Madrid se dan un tiro en el pie?
La división dentro de ese partido no beneficia a nadie. En este momento lo que es bueno es aunar fuerzas y no dividirse. Lo ideal es que se pongan de acuerdo sobre cómo gestionar el partido y cómo hacer una propuesta unánime y unificada al conjunto del país. El enfrentamiento por el tema de Madrid creo que beneficia a sus adversarios.
¿Qué le parece el fiasco que se ha producido con el asunto de El Prat?
Lo ocurrido en El Prat es lamentable. Barcelona necesita un aeropuerto con mayor capacidad y construirlo redunda en beneficio de los barceloneses, los catalanes y los españoles en su conjunto. Creo que hay soluciones ecológicamente viables para hacer la ampliación y preservar los entornos naturales que sea necesario preservar. Lo ocurrido con El Prat es un tema político y yo invitaría a que pensaran más en los intereses generales de los ciudadanos.
"Lo ocurrido con El Prat es lamentable: Barcelona necesita un aeropuerto con mayor capacidad"
¿Cuándo calcula usted que llegaremos a una economía pre-Covid?
Nuestras estimaciones nos hacen pensar que recuperaremos los niveles de PIB de 2019 al final de 2022. Estaremos económicamente en una situación pre-Covid entre el último trimestre de 2022 y primer trimestre de 2023.
"Estaremos en una situación pre-Covid entre el último trimestre de 2022 y el primero de 2023"