Economía

Un fondo soberano de 600.000 millones atrapado en una guerra por el poder político de Kuwait

  • El Gobierno no puede acceder a financiación
Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, Emir de Kuwait | Foto: Dreamstime

Un fondo soberano de 600.000 millones de dólares está retenido a la espera de que se resuelva la lucha por el poder político que está sacudiendo a uno de los países más ricos del mundo. La Kuwait Investment Authority, el órgano de inversión estatal más antiguo del mundo, ha estado en el limbo desde que el mandato de su junta expirase hace dos meses.

Aún no se ha aprobado un nuevo mandato, ya que las diferencias políticas se traducen en un desacuerdo sobre la composición de esta junta de nueve miembros, según fuentes de Bloomberg. La incertidumbre que asola a esta entidad, que administra la riqueza petrolera de Kuwait a través de dos fondos clave, ha provocado que se paralice la formulación de políticas, que las agencias de calificación hayan tenido que advertir de posibles rebajas y a que el Gobierno de un importante exportador de crudo de la OPEP tenga que estar luchando por conseguir dinero en efectivo.

Un gobierno sin liquidez

Esta situación deriva de un profundo enfrentamiento entre los miembros del único parlamento electo en el Golfo y un gobierno cuyo líder es designado por el emir. Se trata de un punto muerto que ha impedido que el Estado accediese a préstamos, lo que le ha dejado con apenas suficiente liquidez como para pagar los salarios del sector público.

Además, esta guerra política también está retrasando la inversión y las reformas económicas, incluida una revisión del estado de bienestar que el Gobierno dice que es necesaria para poner fin a ocho años consecutivos de déficit presupuestario.

En este sentido, Abdullah Al-Shami, empresario y economista kuwaití, dijo a Bloomberg que "las señales que esto envía son muy negativas. Tenemos dos agendas políticas y, por ende, dos agendas económicas. El primero se dirige hacia nuevas políticas liberales adoptadas por Occidente y el otro quiere mantener el sistema de bienestar tal como está".

"La gente está tratando de sobrevivir en el sector privado, pero el gobierno no tiene una estrategia", dijo Khaled Al-Ansari, socio de un bufete de abogados y partícipe en tres empresas familiares. "El futuro es inimaginable. Vemos a Dubái y Arabia Saudí tratando de atraer negocios y desarrollarse. Pueden sobrevivir mejor que nosotros, según lo que estén haciendo ahora".

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