
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, se reunieron el jueves en el Despacho Oval con un grupo bipartidista de senadores del Comité de Medio Ambiente y Obras Públicas, donde también participó virtualmente el secretario de Transporte Pete Buttigieg.
Este encuentro tuvo como objetivo comenzar a debatir la necesidad crítica de invertir en infraestructuras modernas y sostenibles. Este es solo uno de los múltiples encuentro que la Administración tiene previsto celebrar antes de poner sobre la mesa un plan concreto de inversión, que podría superar varios billones de dólares.
A día de hoy existe un entendimiento mutuo entre los demócratas y los republicanos sobre la necesidad de incrementar las obras públicas y el desarrollo de infraestructuras en zonas urbanas y rurales con el objetivo de crear millones de empleos bien remunerados además de apoyar la recuperación económica del país.
Es importante recordar que uno de los pilares de la trifecta demócrata (dado que el partido controla ambas Cámaras del Capitolio y la Casa Blanca) se concentra en las infraestrucuturas y el medio ambiente. A su Plan de Rescate Americano, el estímulo de 1,9 billones de dólares que se está ultimando en estos momentos, el inquilino de la Casa Blanca quiere sumar una segunda iniciativa: su "Plan de Recuperación para Reconstruir Mejor". Una remesa de propuestas dirigidas a la creación de empleo a largo plazo.
De esta forma, la agenda económica de Biden busca invertir al menos otros 2 billones de dólares en proyectos de infraestructura y energía verde, como trenes de alta velocidad, estaciones de carga para vehículos eléctricos o una amplia mejora en el acceso a la banda ancha en todo el país. Iniciativas en las que algunos republicanos podrían estar interesados.
Buena parte de este esfuerzo podría comenzar a hacerse realidad tan pronto como finales de año con el objetivo de acelerar la economía y cumplir con la promesa de fomentar el gasto en infraestructura, especialmente orientada a impulsar la transición a una economía libre de emisiones de carbono para mediados de la década de 2030.