
El PIB de la zona euro se ha contraído un 6,8% en el año 2020 (en la UE la caída ha sido el 6,4%). Una recesión histórica que supera con creces a la contracción del 4,5% sufrida durante la anterior crisis en 2009. Además, la recaída en el cuarto trimestre acerca a la zona euro a la doble recesión. Pese a todo lo anterior, que estaba dentro de las previsiones, el PIB del euro ha resistido algo mejor de lo esperado. Los analistas consultados por Bloomberg habían vaticinado un desplome de la producción del 7,3% en 2020 y del 2,4% en el último trimestre del año (finalmente ha caído un 0,7%).
Aún así, todo hace apuntar a que los confinamientos vigentes y la prolongación de la crisis sanitaria llevarán a la zona euro a sufrir una nueve recesión técnica. Para que este esta situación se dé, el PIB del primer trimestre de 2021 de la zona euro debería volver a contraerse, lo que confirmaría una crisis en 'W'. La primera pata de la 'W', la más profunda también, se formó durante la recesión del primer y segundo trimestre de 2020. La segunda pata, más corta, se estaría formando ahora.
Volviendo a los datos publicados este marte, en el cuarto trimestre de 2020, el PIB desestacionalizado disminuyó un 0,7% en la zona del euro y un 0,5% en la Unión Europea, en comparación con el trimestre anterior, según la estimación preliminar preliminar publicada por Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea.
Estos descensos, relacionados con las medidas de contención del covid-19, se producen después del fuerte repunte en el tercer trimestre de 2020 (+12,4% en la zona del euro y +11,5% en la UE) y los descensos más pronunciados desde el inicio de la serie temporal en 1995 observados en el segundo trimestre de 2020 (-11,7% en la zona euro y -11,4% en la UE).
La adaptación del covid-19
De modo que aunque el golpe económico ha sido histórico, la adaptación de los agentes (empresas, consumidores y administración) a la 'nueva normalidad' ha podido ser clave para el reducir el impacto en gran parte de las economías del euro. Esta adaptación se ha traducido en una contracción menor a la esperada en la zona euro en su conjunto.
"En primer lugar, las medidas restrictivas se han adaptado y se han suavizado en comparación con la primera ola. Piensen en países como Francia y España, por ejemplo, donde la industria y la construcción se han mantenido en gran parte abiertas durante el transcurso del trimestre", explican desde ING.
Esto ha tenido un efecto muy positivo en el PIB, especialmente porque la demanda de bienes y la construcción se han mantenido fuertes a pesar de las restricciones y confinamientos vigentes.
También es cierto que las autoridades han sido más flexibles en las siguientes olas de covid, respecto a la primera: "La movilidad, que ha guardado con correlación con el crecimiento del PIB, también fue más fuerte en el cuarto trimestre que durante la primera ola, lo que también apoyó la actividad económica".