La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, incrementará el suministro de vacunas contra el coronavirus enviadas a los estados en un 16% durante las próximas tres semanas y comprará suficientes dosis adicionales para vacunar a toda la población del país para finales de verano.
De esta forma el gobierno federal planea adquirir 100 millones de dosis adicionales de cada una de las vacunas de Pfizer y Moderna, aumentando así el pedido total de vacunas en un 50% a 600 millones desde 400 millones de dosis. De esta forma se garantizará el suministro suficiente para poder administrar dos dosis a 300 millones de estadounidenses.
"Será suficiente para vacunar completamente a 300 millones de estadounidenses para vencer la pandemia", adelantó el martes Biden.
El acuerdo disminuirá la dependencia de EEUU a la hora de obtener vacunas adicionales de otros fabricantes. La Administración Trump había dejado pasar la oportunidad de comprar más dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna a cambio de favorecer las de Johnson & Johnson o AstraZeneca.
A corto plazo, se prevé que el suministro de vacunas que se envía a los estados aumente hasta alcanzar los 10 millones de dosis semanales durante las próximas tres semanas. El gobierno federal también comenzará a informar a los estados de cuántas dosis recibirán con al menos tres semanas de antelación, atendiendo así las quejas de los gobernadores que alegaban que sin estos datos eran incapaces de planificar y programar citas.
Hasta el 26 de enero, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indicó que se habían administrado 23,5 millones de dosis y más de 3,4 millones de personas estaban completamente vacunadas.
Biden firmó el pasado jueves una decena de órdenes ejecutivas como parte de su estrategia para atajar la pandemia. Entre ellas destacó la instrucción a las agencias federales de utilizar la Ley de Producción de Defensa para aumentar así los suministros de 12 productos clave, entre los que se incluyen pruebas de coronavirus, máscarillas N95 y jeringas para inocular vacunas.
Además, el inquilino de la Casa Blanca codificó y detalló la decisión tomada previamente por su predecesor en el cargo, Donald Trump el pasado 12 de enero para exigir una prueba negativa de Covid-19 antes de volar a EEUU desde el extranjero. Este decreto se sumó al rubricado un día antes que requería el uso de mascarillas en las propiedades federales y viajes interestatales.
En estos momentos, el despliegue de las vacunas continúa aumentando y alcanza ya entre 800.000 y 900.000 dosis por día, lo que sugiere que el objetivo de Biden de lograr 100 millones de vacunaciones en sus primeros 100 días de gobierno estaría al alcance siempre y cuando se mantengan estos niveles.