Economía

EEUU no adelanta su vuelta a la oficina pero alista su mayor despegue económico en más de dos décadas

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En la semana que dejamos atrás, Estados Unidos culmina dos hitos cruciales en la guerra contra el coronavirus. Si el lunes se activaba la distribución de la vacuna de Pfizer y BioNTech, el jueves un panel de expertos de la Administración de Alimentos y Medicamentos del país (FDA, por sus siglas en inglés) respaldó la de Moderna, que saborea ya la aprobación de emergencia. Algo que hace pensar que el 50% de la población estadounidense probablemente será vacunada en abril, adelantando así al menos en dos meses a Europa, según perfilan desde Goldman Sachs.

Avances que ayudan a paliar, al menos en la confianza, las escalofriantes cifras que el Covid-19 deja a su paso. En tan solo 24 horas infectó a 236.913 personas y provocó un total de 3.435 muertes. El número total de fallecimientos relacionados con el virus ha aumentado en más de 933 por millón de habitantes, lo que otorga a EEUU una de las mayores tasas de mortalidad per cápita del mundo.

Pero el desembarco de las vacunas no supondrá una panacea inmediata. Algo que pone de manifiesto la última encuesta publicada por el Pew Research Center, donde un 64% de los trabajadores estadounidenses confesó no sentirse cómodo ante la expectativa de una vuelta a la oficina en los próximos meses. Sentimiento que comulga con las principales compañías del país, que continúan retrasando dicho regreso por lo menos a la segunda mitad del próximo año.

"Los próximos meses supondrán un reto. El primer trimestre ciertamente mostrará efectos significativos" reconocía el miércoles el propio Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, al referirse al último azote de la pandemia a este lado del Atlántico.

Hasta la fecha, el banco central ha engullido ya más de 3 billones de dólares en activos desde el pasado marzo y llevado las tasas hasta el 0 y el 0,25%. Además, con el respaldo del Departamento del Tesoro, activó una decena de programas que le han permitido no solo apuntalar la confianza del mercado sino también la compra de bonos corporativos, entre otras iniciativas. Parte de esto planes de emergencia expirarán a finales de año.

Las renovadas restricciones para combatir el virus parecen estar cobrándose un precio cada vez más alto, como puede observarse en el repunte de las peticiones semanales de subsidio por desempleo. La semana pasada estas repuntaron en 885.000 nuevas solicitudes, su mayor nivel desde comienzos de septiembre. Al mismo tiempo, en noviembre, las ventas minoristas cayeron un 1,1% con el gasto en servicios de comida y bebida desplomándose un 4%.

A día de hoy, 23 estados del país, Washington D.C. y Puerto Rico imponen algún tipo de restricción y se han emitido órdenes de confinamiento o toques de queda en partes de California, Carolina del Norte, Ohio y Puerto Rico. Según los cálculos de los economistas de Goldman Sachs esta situación todavía supone un lastre del 6% del PIB.

Sin embargo, al cierre de la última reunión política monetaria del año, el Comité de Mercados Abiertos de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) confirmó que la contracción que experimentará el PIB del país en el conjunto del año será sensiblemente menor a lo estimado en junio, cuando el banco central proyectó una recesión del 6,5%. En estos momentos, la media de los 17 funcionarios que militan el FOMC proyectan una contracción del 2,4% y un crecimiento del 4,2% en 2021.

Cierto es que tanto la nueva remesa de restricciones como el aumento de las hospitalizaciones en la mayor parte del país sugieren que el crecimiento perderá algo de impulso pero el "Nowcast" que elabora la Reserva Federal de Nueva York aventura un crecimiento del 2,5% para el trimestre en curso y del 5,9% para los tres primeros meses del próximo año.

"La modesta desaceleración de noviembre todavía deja las ventas al por menor más de un 3% por encima de los niveles anteriores a la crisis y tras Acción de Gracias, las ventas registradas por las pequeñas empresas apuntan a un repunte a principios de diciembre, incluso en alimentos y bebidas, que llevan cayendo desde octubre", aclara Chetan Ahya, economista jefe de Morgan Stanley. Este experto también destaca cómo el mercado de la vivienda se ha ido fortaleciendo cada vez más mientras la actividad manufacturera se mantiene.

El colchón fiscal rescata a la economía

Es importante tener en cuenta que pese al permanente pulso en el Capitolio, desde el inicio de la pandemia, EEUU ha activado estímulos fiscales por valor del 13,2% de su PIB, solo superado en estos términos por Australia, Canadá o Japón pero más que triplicando los niveles de la Unión Europea.

Los pagos directos de 1.200 dólares a los consumidores, los subsidios adicionales por desempleo de 600 dólares semanales así como los cerca de 670.000 millones de dólares en préstamos a fondo perdido para las pequeñas y medianas empresas, han llevado a los estadounidenses registrar su mayor tasa de ahorro desde la II Guerra Mundial. Como reconocía al elEconomista, Tobias Levkovich, estratega jefe de renta variable para EEUU de Citi, "los americanos han ahorrado casi 1,3 billones de dólares este año y hay una enorme cantidad de demanda reprimida".

Los economistas de este banco determinan que EEUU está listo para crecer un 5,1% en 2021, muy por encima del consenso que baraja un 3,9%. Desde Goldman Sachs también apoyan que la mayor economía recuperará un impulso contundente el próximo año, con una expansión proyectada para su PIB del 5,3%. En Bank of America Securities barajan un avance del 4,5%, su mejor marca desde 1999.

"Nuestro pronóstico es que la economía de EEUU recupere el tamaño registrado a finales de 2019 a más tardar a mediados de 2021, la australiana a finales del próximo año y que Japón junto a Canadá alcancen la misma posición a principios o mediados de 2022. Aún así, las economías de la eurozona y el Reino Unido seguirán siendo más pequeñas a finales de 2022 de lo que eran antes del impacto de la pandemia", especifica Michael Pugliese, economista de Wells Fargo Securities.

Pugliese hace alusión a unas restricciones "relativamente más relajadas" así como "el sólido apoyo a los ingresos de los hogares" para justificar que EEUU, donde el 79,8% de la economía depende del sector servicios, vaya a sufrir este año una contracción del 2,2% en PIB en el conjunto de 2020 mientras la recesión en la Eurozona será del 7,3%. "En EEUU, el ingreso disponible de los hogares aumentó más del 10% en el segundo trimestre de 2020 gracias a los estímulos mientras que éste cayó en Europa y Reino Unido un 2,5% y un 1,9%, respectivamente", matiza.

Ahora las miras vuelven a dirigirse al Capitolio en busca de una nueva remesa de ayudas fiscales. Beth Ann Bovino, economista jefe de S&P Global, considera que un estímulo adicional de un billón de dólares, ligeramente por encima de los casi 900.000 millones de dólares que se negocian en la actualidad, impulsará el PIB a su nivel prepandémico en el tercer trimestre del próximo año. Algo que podría adelantarse al segundo trimestre si la factura total ascendiese hasta los 1,5 billones de dólares.

El regreso a la oficina en 2021

Estímulos y vacunas a un lado, buena parte de las compañías estadounidenses mantienen sus planes de vuelta a la oficina sin cambios, generalmente posicionando los meses de junio y julio cómo la fecha a marcar en el calendario.

Así, por ejemplo, la automovilística Ford mantiene que alrededor de 32.000 empleados a este lado del Atlántico seguirán teletrabajando hasta junio de 2021, una política que no se aplica al personal de sus fábricas.

Algo similar ocurre con la minorista Target. Mientras los trabajadores de sus tiendas seguirán atendiendo sus tareas como lo han hecho desde el comienzo de la pandemia, aquellos que forman parte de sus oficinas, especialmente en su sede en Minneapolis, continuarán sus labores desde sus hogares. Uber, Airbnb o Salesforce reabrirán sus oficinas entre junio y agosto del próximo año.

Otras compañías, como es el caso de Goldman Sachs o JPMorgan Chase, que ya han permitido el trabajo limitado de sus trabajadores en sus oficinas han enfrentado algunos problemas ante las infecciones registradas desde entonces, teniendo que ajustar así este tipo de dinámicas.

No obstante, las empresas de tecnología, especialmente los gigantes de Silicon Valley, continuarán manteniendo el trabajo en remoto hasta bien entrado el próximo año. Google anunció hace unos días que aplazaba el regreso de sus empleados hasta septiembre de 2021 e incluso entonces pondrá a prueba lo que define como una "semana de trabajo flexible", en la que espera que sus trabajadores trabajen desde la oficina por lo menos tres días.

El consejero delegado de Twitter, Jack Dorsey, ya adelantó en mayo que sus empleados podrán trabajar desde casa "para siempre". Una dinámica que también se extiende en mayor o menor grado a otras entidades como Facebook o Microsoft pero también compañías más pequeñas como Slack, Coinbase y Shopify.

Recuperación del mercado laboral

Según el economista jefe de Citi en EEUU, Andrew Hollenhorst, el país ha recuperado ya cerca del 60% de los 21 millones de empleos perdidos desde el comienzo de la pandemia. Aún así, todavía se deben crear otros 8,5 millones de puestos de trabajo para volver a los niveles del pasado febrero.

De esta forma, el país tendría que generar una medida de 350.000 empleos al mes durante los próximos dos años para cerrar dicha brecha.

Aunque la recuperación completa del mercado laboral no llegue hasta finales de 2022, EEUU experimenta actualmente una mejoría del mercado laboral mucho más rápida que la registrada en 2008 e incluso la sufrida a comienzos del 2000. Una señal esperanzadora es que los parados "temporales" siguen representando casi el 40% de los 7,4 millones de desempleados.

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