Economía

La gestión de la pandemia y la recuperación de EEUU enreda el pulso vicepresidencial entre Harris y Pence

El debate entre la nominada demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, y el actual republicano en el cargo, Mike Pence, centró buena parte de su atención en la gestión de la pandemia y sus efectos económicos.

En los primeros compases del encuentro, celebrado en la noche del miércoles desde la Universidad de Utah, en Salt Lake City, Harris no dudó en evidenciar el "fracaso" de la Administración Trump a la hora de controlar las infecciones por Covid-19.

"El pueblo estadounidense ha sido testigo del mayor fracaso de cualquier administración presidencial en la historia de nuestro país", dijo la senadora demócrata de California. "Esta administración ha perdido su derecho a la reelección", acusando al presidente de EEUU, Donald Trump, de encubrir y minimizar la severidad de la situación.

Harris además señaló que solo se vacunará contra el Covid-19 si los expertos lo recomiendan , pero que no lo hará si solo lo pide Trump. "Si el doctor (Anthony) Fauci (el principal epidemiólogo de la Casa Blanca), si los médicos nos dicen que debemos ponérnosla, seré la primera en la cola para ponérmela, absolutamente. Si Donald Trump nos dice que debemos ponérnosla, no lo haré", concluyó.

Desde el pasado mes de febrero, más de 7 millones de estadounidenses han sido infectados por el coronavirus, casi 212.000 han muerto y la semana pasada, el propio inquilino de la Casa Blanca contrajo el virus.

"Si Donald Trump nos dice que debemos ponérnosla (la vacuna), no lo haré"

Pence, por su parte, defendió la respuesta de Trump a la pandemia insistiendo en que desde el primer día éste "ha puesto la salud de los estadounidenses como una prioridad". El vicepresidente recordó que Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia, se opuso a la decisión del mandatario de prohibir la entrada a ciudadanos procedentes de China, un esfuerzo que según Pence permitió ganar tiempo para preparar una respuesta más sólida.

Además, el republicano acusó a la campaña de Biden y Harris de plagio al sugerir que su plan de respuesta a la pandemia "se parece mucho" a lo que la Casa Blanca ya ha hecho. Ante esta acusación, Harris contraatacó alegando que "sea lo que sea que ha hecho la administración, claramente no ha funcionado". A lo que Pence añadió que dicho comentario hacía un "un gran flaco favor" a los sacrificios que los estadounidenses han hecho para combatir el virus.

Cuando la moderadora, Susan Page, periodista del USA Today, preguntó al vicepresidente cómo la Casa Blanca puede esperar que los estadounidenses se involucren en prácticas responsables de salud pública como usar mascarillas cuando Trump no lo ha hecho, Pence sostuvo que tanto él como el presidente confían "en que el pueblo estadounidense tomará las decisiones que mejor manera velen por el interés de su salud".

Al mismo tiempo culpó a Harris de "jugar a la política con la vida de las personas" al decir que ella solo optaría a ponerse una vacuna aprobada bajo la administración Trump si los profesionales médicos lo aconsejan.

La recuperación económica en el punto de mira

Al hilo de la pandemia, la conversación viró a la economía. Pence prometió que 2021 se convertirá en "el año económico más importante en la historia" del país y acusó a Biden de querer deshacer los logros económicos de la Administración Trump aumentando los impuestos. "La economía y el renacer estadounidense está en las urnas", recalcó el vicepresidente.

De ser reelegido por los estadounidenses el próximo 3 de noviembre, los objetivos de Trump incluyen su compromiso de generar 10 millones de nuevos puestos de trabajo en tan solo 10 meses así como crear un millón más de nuevos negocios. Como ya hizo en los primeros compases de su papel como presidente de EEUU, Trump quiere reducir los impuestos sobre la nómina para aumentar el salario neto de los contribuyentes y mantener empleos.

Biden busca la mayor movilización de inversión pública en suministro, infraestructura, investigación y desarrollo desde la Segunda Guerra Mundial, con inversiones totales de más de 2,5 billones de dólares. El demócrata apoya una subida del impuesto de sociedades desde el 21% actual hasta el 28%. También quiere duplicar la tasa sobre los ingresos obtenidos por las filiales extranjeras de las empresas estadounidenses desde el 10,5% al 21%.

No obstante, Harris respondió que Biden no aumentará los impuestos a nadie que gane menos de 400.000 dólares al año y acusó al gobierno de Trump de atribuirse los méritos de la recuperación económica iniciada durante la Administración Obama, cuando Biden era vicepresidente. El republicano no dudó en contestar que cuando él y Trump asumieron el cargo, EEUU experimentaba "la recuperación económica más lenta desde la Gran Depresión".

También aprovechó para poner de manifiesto las declaraciones de Harris durante las primarias demócratas en las que la senadora dijo que prohibiría el fracking, una decisión que Pence utilizó como herramienta para probar que una posible victoria demócrata costaría empleos a la industria y múltiples estados que dependen de estas prácticas de extracción de petróleo. Aún así, Harris perseveró al aclarar que "es un hecho que Biden no prohibirá el fracking".

China también copó parte del debate. Pence criticó a Biden por ser un "animador de la China comunista durante décadas" mientras reconoció que la administración Trump quiere "mejorar" las relaciones con Pekín, eso sí, responsabilizando al gigante asiático de la pandemia. De esta forma, el vicepresidente culpó directamente al gobierno de Xi Jinping de la expansión del coronavirus y reconoció que Trump no está contento con China.

"China y la Organización Mundial de la Salud no han sido claros con el pueblo estadounidense"

"China y la Organización Mundial de la Salud no han sido claros con el pueblo estadounidense", destacó Pence. "No dejaron entrar a nuestro personal en China ... hasta mediados de febrero", añadió. Además aprovechó para resaltar que China se ha estado aprovechando de EEUU durante décadas, especialmente a raíz del apoyo de Biden a la segunda mayor economía del mundo.

Mientras tanto, Harris criticó a la administración Trump por la guerra comercial con China alegando que EEUU está perdiendo empleos debido a los aranceles impuestos a los productos procedentes del país asiático. Una acusación que el vicepresidente republicano aprovechó para traer a la memoria cómo la Administración Obama dijo que sería necesario una "varita mágica" para recuperar los puestos de trabajos manufactureros exportados a China. Pence concluyó que el gobierno de Trump ha sido capaz de crear 500.000 empleos en las fabricas estadounidenses durante sus tres primeros años de gestión.

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