
El coste total de las elecciones presidenciales de 2020 se acercará a los 11.000 millones de dólares, rompiendo así los registros, según la estimación inicial dada a conocer por el Center for Responsive Politics (CRP). De cumplirse esta factura, podría decirse que la actual carrera electoral es al menos un 50% más cara que los comicios de 2016 cuando se ajusta a la inflación.
De hecho, incluso si los comités federales no gastaran un dólar más a partir de este momento, las elecciones de 2020 seguirían siendo las más caras de la historia. Los comités federales ya han desembolsado alrededor de 7.200 millones de dólares hasta la fecha, según el CRP . Esa cifra aumentará drásticamente a mediados de octubre, cuando los candidatos al Congreso den a conocer sus cifras de gastos de campaña del tercer trimestre, que abarca del 1 de julio al 30 de septiembre.
"Las elecciones de 2018 rompieron récords de recaudación de fondos para las elecciones de medio ciclo, y 2020 aplastará absolutamente todo lo que hemos anteriormente", señala Sheila Krumholz, directora ejecutiva del Center for Responsive Politics en un comunicado. "Esta es ya la elección presidencial más cara de la historia y todavía quedan meses de gastos electorales por justificar. La pregunta sin respuesta es si esta será la nueva normalidad para las próximas elecciones", añade.
La proyección total del CRP alcanza los 10.800 millones de dólares y está basada en cuánto dinero se ha gastado hasta ahora y cuánto más se desembolsará en las próximas semanas teniendo en cuenta las dinámicas de ciclos electorales previos.
Sin embargo, esta no es una elección presidencial al uso y las entradas tardías de efectivo en las campañas podrían hacer que la cifra final sea aún mayor. Por ejemplo, el nominado demócrata, Joe Biden, informó haber recaudado casi 10 millones de dólares durante el primer debate presidencial mientras la organización demócrata de recaudación de fondos ActBlue informó haber captado 300 millones de dólares desde la muerte de la jueza del Tribunal Supremo, Ruth Bader Ginsburg.
A pesar de la pandemia del coronavirus, las elecciones de 2020 a este lado del Atlántico están registrando niveles récord de partidas de pequeños donantes en medio del entusiasmo de los partidarios y oponentes del presidente Donald Trump. Las mujeres también están dando muchos más fondos que antes a los candidatos políticos. Eso se suma a las donaciones masivas de los donantes adinerados y la campaña presidencial de 1.000 millones de dólares sin precedentes que orquestó Michael Bloomberg.
"El doble golpe de una pandemia y una recesión económica no crea un entorno ideal para la recaudación de fondos políticos", reconoció Bryner, quien aún así destacó como los donantes de todo el espectro político "están lo suficientemente motivados en este momento como para dar un paso al frente, y los pequeños donantes son una parte cada vez más importante del grupo de donantes".
Los demócratas cuentan con una enorme ventaja de gasto sobre los republicanos en las presentes elecciones, según el CRP, incluso cuando se eliminan los gastos de las campañas presidenciales de multimillonarios como Bloomberg y Tom Steyer.
De esta forma, los demócratas representan el 54% del gasto total frente al 39% de los republicanos. La batalla por el control del Capitolio también está ayudando a elevar el coste de las elecciones de 2020 a nuevos máximos, ya que se espera que superará los 5.600 millones de dólares.