
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, comparecen este martes ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes presidido por la congresista demócrata, Maxine Waters. En sus testimonios ambos funcionarios defendieron su respuesta a la pandemia y ponían como condición para que la economía de Estados Unidos continúe una recuperación sostenible que los legisladores y la Casa Blanca activen lo antes posible un nuevo paquete de estímulo.
"El camino a seguir dependerá de controlar el virus y de las acciones políticas que se tomen en todos los niveles de gobierno", señaló Powell, quien recordó que pese al repunte de la actividad experimentado durante los últimos meses, la economía en general se mantiene todavía muy por debajo de sus niveles anteriores a la pandemia, por lo que el camino a seguir sigue siendo incierto.
Los demócratas y republicanos llevan semanas sin conseguir aprobar otro paquete de estímulo que ofrezca continuidad al aprobado el pasado 27 marzo, cuyo tamaño alcanzó los 2,2 billones de dólares. Los demócratas abogan por un nuevo plan que incluya ayudas significativas para los gobiernos estatales y locales, en una iniciativa que debería igualar al menos el tamaño de la medida bipartidista aprobada hace cinco meses.
Por su parte, los republicanos se han mostrado reacios y solo han propuesto gastar hasta un billón de dólares más. La Casa Blanca ha indicado que podría respaldar una legislación que alcance, al menos, alrededor de 1,5 billones de dólares. Mnuchin ha sido claro al considerar que la Administración Trump está lista para llegar a un acuerdo bipartidista. "Creo que todavía se necesita un paquete específico", señaló.
Eso sí, el secretario del Tesoro aprovechó para promocionar los esfuerzos del gobierno estadounidense para garantizar la recuperación de la economía. Para ello hizo alusión a la tasa de desempleo del 8,4% registrada en agosto, que calificó como "un logro notable considerando que algunas personas esperaban hasta un 25% de desempleo en el punto álgido de la pandemia".
Un nuevo escollo para alcanzar consenso sobre un paquete de estímulo fiscal deriva del reciente pulso político generado por la vacante en el Tribunal Supremo tras el fallecimiento el pasado viernes de Ruth Bader Ginsburg. El presidente de EEUU, Donald Trump, tiene previsto nominar a su reemplazo este sábado y los senadores republicanos parecen dispuestos a continuar adelante con el proceso de confirmación. Algo a lo que se oponen los demócratas que abogan por esperar a conocer quién ocupará la Casa Blanca a partir del próximo enero.
Esto reduce aún más la probabilidad de ver un estímulo fiscal antes del próximo 3 de noviembre. De hecho, cualquier acuerdo tendría que esperar ahora hasta después de las elecciones o incluso hasta después de la toma de posesión.
A expensas de lo que ocurra del lado fiscal, el presidente de la Fed reiteró su compromiso de usar todas sus herramientas disponibles "durante el tiempo que sea necesario, para garantizar que la recuperación sea lo más sólida posible y para limitar el daño duradero a la economía".
Para Powell, la actividad económica en EEUU se ha recuperado desde la depresión experimentada en el segundo trimestre, cuando se llevaron buena parte de los confinamientos y cierre para frenar los contagios del virus. "Muchos indicadores económicos muestran una mejora notable. El gasto de los hogares parece haberse recuperado alrededor de las tres cuartas partes de su declive, probablemente debido en parte a los pagos del estímulo federal y la ampliación de las prestaciones por desempleo", justificó.
Al mismo tiempo, el sector de la vivienda se ha recuperado y la inversión fija empresarial también repuntan. Dentro del mercado laboral, "aproximadamente la mitad de los 22 millones de empleos en nómina que se perdieron en marzo y abril se han recuperado", según Powell, a medida que los ciudadanos regresan poco a poco a sus puestos de trabajo.
Sin embargo, el presidente de la Fed resaltó que "la recesión no ha afectado a todos por igual y los menos capaces de soportar la carga han sido los más afectados". En este sentido destacó como el aumento del desempleo ha sido especialmente severo para los trabajadores con salarios más bajos, las mujeres y los afroamericanos e hispanos. "Esta reversión de la fortuna económica ha trastornado muchas vidas y ha creado una gran incertidumbre sobre el futuro", reconoció Powell.
El guardián que vela por el pleno empleo y la estabilidad de los precios pone de manifiesto cómo la Reserva Federal ha tomado medidas enérgicas, implementando una política de tasas cercanas a cero, aumentando las tenencias de activos y estableciendo 13 líneas de crédito de emergencia.