Las exportaciones en Alemania durante el mes de abril se hundieron un 31,1%, el mayor descenso desde hay registros, que se remontan a 1950. La crisis del coronavirus en un solo mes se ha cargado el superávit comercial del país, el motor de crecimiento del país, sembrando dudas sobre la precisión de las previsiones del Gobierno de Merkel que han anticipado una caída del PIB del 6,3% para este año. Los datos en Francia también han sido catastróficos en abril. La próxima semana se publica los datos para el conjunto de la zona euro y las dos mayores economías de Europa apuntan a un colapso en el comercio de la Unión Europea.
Las primeras cifras de comercio exterior de las potencias europeas en abril anticipan un golpe mucho más violento en las economías de lo que se esperaba. El Gran Confinamiento que adoptaron la gran parte de países europeos para contener la pandemia arrasó con los flujos internos de la zona euro y los intercambios fuera de las fronteras europeas.
El principal exportador del euro, Alemania, registró un descenso de las exportaciones del 31,1% en abril, respecto al año pasado, hasta los 75.700 mil millones. Supuso la mayor caída de la serie histórica que se remonta a 1950. Mientras las importaciones se derrumbaron un 21,6% hasta los 72.200 millones, lo que supone el peor registro desde 2009.

En poco más de dos meses, el coronavirus ha laminado el superávit comercial de Alemania, el auténtico motor de crecimiento de la economía germana. El saldo positivo de la balanza comercial se situó en 3.500 millones en abril, frente a los 17.800 millones de euros de un año antes y los 17.400 millones de marzo. La Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis) destaca que es el menor volumen desde diciembre comienzo de siglo.
Para hacerse una idea de la magnitud de las cifras, durante la anterior crisis las exportaciones alemanas tardaron cinco meses en reducirse alrededor de un 26%. La caída porcentual ha sido superada en un solo mes. El Gobierno de Merkel espera que la economía se contraiga este año un 6,3%. La caída del PIB en el primer trimestre fue del 2,3%, y eso que los estragos de la pandemia solo afectaron a las últimas semanas del periodo.
Las cifras de comercio publicadas hoy anticipan una profundidad la crisis más profunda de lo que se preveía. Y eso que ya las estimaciones de Berlín contemplan la mayor caída desde la II Guerra Mundial. Las exportaciones tienen un gran peso en el producto del país, representan alrededor del 47% del PIB. El consenso del mercado esperaba que las exportaciones hubiesen solo caído un 15,6% y las importaciones un 16%. La previsión media para el superávit comercial era de 10.000 millones.
El sector exportador fue el primero en sufrir las consecuencias de la pandemia, por los problemas experimentados en la cadena de suministro cuando China, a principio de año tuvo que empezar a cerrar sus fábricas. Y ahora, las exportaciones experimentaron las caída de la demanda interna de los países. Los principales socios comerciales del país registraron fuertes descensos en las exportaciones. EEUU supone el 9% del volumen total de ventas exteriores. Las exportaciones al país cayeron un 35,8%. Para Francia, el mayor importador de bienes y servicios dentro de la zona euro, se desplomaron un 48,3% y para Italia un 40%.
Con la atención centrada ahora mismo en la recuperación de la actividad, los datos comerciales de abril recuerdan que la caída en picado de la economía ha podido mucho peor de lo que esperaban los Gobiernos. Y los datos disponibles para mayo sugieren un repunte de la actividad, pero por el lado de la oferta. El número de nuevos pedidos que recogen los PMI apuntan a que siguen reduciéndose, pero a menor ritmo.
"El levantamiento de las medidas de bloqueo debería conducir a una fuerte recuperación en mayo y junio, pero en lo que respecta al sector de exportación, habrá un repunte temporal, pero los desafíos estructurales, incluidas las tensiones comerciales, el Brexit y las interrupciones de la cadena de suministro mundial, no son un buen augurio para las perspectivas a medio plazo", subraya Carsten Brzeski, economista jefe de ING para la zona euro.
En Francia, con menor dependencia del comercio exterior, también ha registrado un serio desplome de la actividad exterior. Las exportaciones en abril se han desplomado un 43,9% hasta los 23.700 millones, mientras las importaciones lo hicieron un 39,3% hasta los 28.700 millones. El déficit comercial se incrementó hasta los 5.000 millones.
El Banco de Francia prevé que la economía
caerá un 10% este año, con un retroceso del 15% en el segundo trimestre .El próximo 15 de abril se publica la balanza comercial del conjunto de la zona euro.