Economía

Bruselas propone avalar los activos dañados para evitar hundir los déficit

Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos. Foto: Archivo

Salvar al sistema financiero de la UE sin agravar los ya muy inflados déficits de los Estados. Este es el dilema en el que se debate la Comisión Europea para encontrar una solución eficaz a los problemas de solvencia de los bancos europeos que permita recuperar el crédito y la liquidez en los mercados y evitar así que el hundimiento de la demanda y la caída de los precios arrastre a Europa a una situación de deflación.

Y la cuadratura del círculo parecen haberla encontrado en la comunicación sobre Directrices para el Tratamiento de los Activos Dañados que aprobará este miércoles la Comisión y en la que se planteará la creación de ese llamado banco malo que las entidades financieras podrán utilizar para des- embarazarse de sus activos tóxicos y los dañados.

La propuesta de la CE, que se discutirá de manera informal en la Cumbre de Jefes de Estado del día 1 de marzo, será analizado formalmente por los ministros de Economía y Finanzas de los 27 en el Ecofin del próximo día 10.

¿Qué se pretende?

Los objetivos básicos que pretende el Ejecutivo comunitario son "restablecer el crédito y la liquidez en el ámbito de la Unión Europea y evitar las distorsiones a la competencia que puedan producirse" por la entrada de los Estados en el capital de algunos bancos afectados, afirman fuentes de la Comisión, que insisten en la necesidad de "coordinar estas operaciones dentro de la UE".

Pero como los recursos destinados por la mayoría de los gobiernos han disparado el desequilibrio de las cuentas públicas de los Estados miembros, como es el caso entre otros de España, el documento de la Comisión plantea dos alternativas para el saneamiento de las entidades financieras.

La primera de las opciones que incluye la propuesta es la separación total de los activos de los balances de los bancos para su incorporación a un banco malo, público o privado. En el caso de que sea el Estado el que asume la compra de los activos segregados, la compra sería considerada como "un gasto presupuestario inmediato" y computaría para el cálculo del déficit.

Pero este recurso al gasto y al déficit podrá evitarse si los gobiernos se acogen a la segunda de las opciones que contempla la Comisión y que consiste en mantener los activos dañados en los balances de los bancos, pero con avales del Estado sobre ellos. De esta forma se evita la compra y el gasto inmediato consiguiente, por lo que sólo computarían para el cálculo del déficit si el aval llegara a ejecutarse.

La propuesta está, pues, sobre la mesa y serán los ministros del Ecofin quienes decidan sobre ella.

Acuerdo total

El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia y su homóloga de Competencia, Neelie Kroes, han expresado ya a lo largo de la última semana su posición favorable a reestructurar y liquidar los bancos con más problemas. "Tenemos un acuerdo total, no hay desacuerdo", ha afirmado tajantemente Almunia, quien destacó que sus servicios trabajan estrechamente con los de la comisaria de Competencia y que hasta ahora el Ejecutivo comunitario ha aprobado por "unanimidad" las directrices sobre las condiciones para la recapitalización de los bancos y para prestar avales.

En la misma linea, Kroes había anticipado ante la OCDE en París que "las garantías, la recapitalización y el tratamiento de activos dañados son necesarios, pero no son suficientes. Será necesario tomar decisiones duras sobre reestructuraciones o posibles liquidaciones controladas y estas decisiones deberán adoptarse muy rápidamente", antes de que acabe 2009.

Kroes insistió también en que, si los Estados miembros no actúan de forma coordinada para reducir la incertidumbre y reactivar el crédito, las consecuencias serán "perpetuar modelos de negocio fracasados, arruinar las finanzas públicas, consolidar las distorsiones de competencia con ayudas públicas sin fin, romper nuestro mercado interior e impedir que emerja de la crisis un mercado bancario viable".

Lo que hace falta ahora es saber si los gobiernos de la UE manifiestan también la misma unanimidad que los miembros de la Comisión.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky