
Año 2009. La recesión y ralentización económicas parecen haber asolado por completo todas las empresas mundiales. ¿Todas? No. La cadena norteamericana Kentucky Fried Chicken (KFC) parece inmune a la crisis y prevé crear 9.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años. ¿La razón? El aumento de la demanda de la comida rápida.
Paradojas de la vida. Mientras la mayoría de sectores de la industria y la automoción están viéndose afectados por severos recortes de personal (el de la hostelería incluido), las compañías de comida rápida han registrado un 'boom' económico que les ha permitido ampliar su capacidad para los próximos años.
Primero fue McDonalds, la mayor cadena de restaurantes de comida rápida del mundo, cuando anunció el pasado año su intención de incrementar personal y unidades después de ganar en 2008 un 80% más que en 2007. Ahora KFC ha anunciado que prevé aumentar casi un tercio el número total de los 760 restaurantes con los que cuenta actualmente en Reino Unido, el 38 por ciento de los cuales está gestionado directamente y, el resto, bajo la fórmula de franquicias.
Mejor si es más barato
La compañía admitió que los resultados en la vigente coyuntura de recesión presentan notables beneficios, debido a que la gente se decanta por comida más barata, además de que ha sido capaz de ganar cuota de rivales como la propia McDonals.
Con un total de 22.000 empleados trabajando en Reino Unido, el incremento en 9.000 para el próximo quinquenio supondrá aumentar un 40 por ciento la fuerza laboral de KFC, que prevé, paralelamente, abrir 44 restaurantes este año, ocho más que en 2008.