
La cumbre para aprobar los presupuestos de la UE para los próximos siete años continúa atascada, y sin un acuerdo en el horizonte. Los líderes llegaron esta mañana manteniendo las mismas posiciones, y sin progresos tras una larga noche de bilaterales en la que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se reunió con cada uno de ellos.
Los llamados 'Cuatro Frugales' (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca), quieren limitar el presupuesto al 1% del PIB europeo
La cumbre, que tenía previsto reanudarse a las 10 de la mañana, se retrasó hasta el mediodía. Posteriormente se aplazó sin hora el arranque, dadas las dificultades para encontrar puntos de consenso. Michel se da más tiempo para continuar con los encuentros bilaterales. El objetivo es encontrar la base para una nueva propuesta que convenza a los dos campos enfrentados.
Un grupo de contribuyentes netos, los llamados 'Cuatro Frugales' (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca), quieren limitar el presupuesto al 1% del PIB europeo, y además mantener sus 'cheques', con los que se les devuelve parte de su contribución. En el campo contrario, una mayoría de socios del Este y del Sur quiere incrementar la ambición de las cuentas y, sobre todo, evitar los recortes en Agricultura y Cohesión, que todas las propuestas aireadas hasta ahora vaticinan.
En el medio queda la propuesta con la que llegó Michel a la cumbre, echa trizas por ambos campos. El belga propuso un presupuesto del 1,074% del PIB europeo (1,094 billión de euros), lo que implicaba unos recortes del 14% para la PAC y del 12% para Cohesión respecto al marco actual
Hasta ahora, el grupo de los cuatro frugales mantiene la unidad y resiste la presión de los demás. Alemania, el principal contribuyente a las arcas comunitarias (en torno al 25%), lucha también por el mantenimiento de los cheques, que los demás quieren eliminar desde el día uno.
El agujero que ha dejado el Reino Unido, contribuyente con unos 10.000-12.000 millones de euros al año, y la necesidad de cubrir nuevas prioridades como la agenda digital o migratoria, complican más el acuerdo.
Francia, el otro gran socio comunitario, llegó prometiendo pelear no solo por incluir las nuevas prioridades, sino también por alejar la tijera de la Política Agrícola Común y la Cohesión.
No al aumento de fondos
A mediodía, Michel mantuvo un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, con líderes de los cuatro frugales. Una fuente diplomática explicó a este diario que la discusión se centraba en qué programas podían continuar reduciéndose de la propuesta de Michel, pero no se consideraba el aumento de los fondos para minimizar los recortes al campo y la Cohesión.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, parte de este grupo, señaló al llegar a la cumbre esta mañana que "nuestra posición es clara". "No creo que nadie esté hoy interesado en bloquear."
Frederiksen indicó que está "dispuesta y preparada a quedarme todo el fin de semana pero no creo que lleguemos a un acuerdo."
La ministra finlandesa, Sanna Marin, compartió este pesimismo a su llegada. En este momento "es muy difícil decir" si el acuerdo se lograría en esta cumbre, aunque reconoció que "la situación parece bastante difícil". "Los estados miembros todavía están bastante lejos los unos de los otros", añadió.
Líderes y diplomáticos apuntan a una nueva cumbre a principios de marzo, aunque la idea de abril también sobrevuela. Una opción sería que Michel cerrara la cumbre con los nuevos parámetros para un nuevo borrador presupuestario, que esta vez sí fuera considerado por todos como una buena base para empezar la negociación. Los detalles podrían perfilarse durante las próximas dos semanas por los negociadores, y llegar así con un nuevo borrador a una cumbre en torno al 5-6 de marzo.
Esa misma semana se espera que arranquen las negociaciones con el Reino Unido sobre la futura relación, un proceso que pondrá aún más a prueba la unidad europea. Las primeras dificultades en el lado europeo ya se vieron esta semana, al ser incapaz el bloque comunitario de aprobar el mandato para negociar con Londres, un trámite que esperaban aprobar con facilidad. Las diferencias entre los socios serán aun más pronunciadas cuando tengan que negociar
contrarreloj la futura relación con el Reino Unido, ya que no habrá tiempo para cerrar todas las propiedades antes de que termine el periodo de transición el 31 de diciembre.
Un alto cargo comunitario mostró su preocupación por la "contaminación" que podría causar la negociación con Londres en la discusión del marco financiero plurianual, ya convertida en una batalla campal . Por lo tanto, desde los despachos de poder urgieron a cerrar las cuentas para los próximos siete años cuanto antes, así Europa podría centrarse de nuevo en la larga lista de tareas que le espera.