Economía

Los líderes europeos discutirán un recorte a la PAC del 14%

  • La propuesta no aumenta los fondos pero incluye más flexibilidad para el gasto
Banderas ondeando en el Parlamento Europeo. Imagen: EE
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Ya está listo el borrador del presupuesto de la UE sobre el que partirá la discusión de los líderes la próxima semana. Como se esperaba, los fondos para el campo y la política de Cohesión se llevan la peor parte, sentando las bases para una batalla campal entre los Estados miembros para las cuentas de 2021-2027. Se aleja así aún más la posibilidad de llegar a un acuerdo en la cumbre que arrancará el jueves. Aunque, como dijo ayer un alto cargo europeo, "los líderes han limpiado su agenda para quedarse en Bruselas".

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, puso sobre la mesa un volumen de gasto inferior al de la Comisión Europea en casi 40.000 millones de euros. El timonel de las cumbres propone dedicar 1.094 mil millones (en precios de 2018) para los próximos siete años, un 1,074% del PIB comunitario. De esta manera se vuelve prácticamente a la propuesta realizada por Finlandia el pasado diciembre, durante su presidencia rotatoria, y que provocó sonoras protestas tanto entre la mayoría que defienden un presupuesto ambicioso, entre ellos España, y los contribuyentes netos, que quieren limitar el gasto al 1% del PIB comunitario.

Solo se sabrá al final de la negociación si nuestro país se convierte por primera vez en contribuyente neto al presupuesto comunitario, como es probable en una mayoría de escenarios, o si su saldo continuará siendo positivo.

Esta negociación del marco financiero plurianual es probablemente la madre de todas las batallas en Bruselas, no solo por el volumen del presupuesto, sino también sobre cómo repartirlo. Y este año las cuentas resultarán más difíciles de cerrar, por culpa del agujero de entre 10.000-12.000 millones de euros anuales que deja la salida del Reino Unido.

Las cuentas muy influenciadas por el Brexit

Las grandes perdedoras serán la Política Agrícola Común y de Cohesión, las dos prioridades para España. Estas partidas absorben tradicionalmente algo más de dos tercios del presupuesto comunitario. Para compensar en parte la salida de Londres, y hacer hueco para nuevas prioridades como migración o Defensa, Michel propone 329.300 millones de euros para la PAC, lo que representa un recorte del 13,9% (53.000 millones de euros), en comparación con el marco financiero del periodo que termina (2014-2020), excluyendo al Reino Unido. Si se compara con este marco sin excluir a Londres, el recorte llegaría hasta el 19,7% (81.000 millones de euros).

Cohesión también perdería una parte importante de recursos. Pasaría de los 367.700 millones de gasto actual (excluyendo al Reino Unido) a 323.200 millones, un 12,1% menos.

En ambos casos, las cifras son inferiores a las del borrador que presentó la Comisión en mayo de 2018, cuando arrancaron las negociaciones del próximo presupuesto plurianual.

Bélgica propone que se puedan transferir fondos entre las ayudas al campo y los fondos de desarrollo rural

Las críticas no tardaron en llegar desde el Parlamento Europeo, que propuso incluso un presupuesto más ambicioso que la Comisión (1,3% del PIB europeo), y desde las capitales que defienden apretar incluso aún más el puño. "No puede ser un punto de partida para el compromiso", dijo un diplomático.

Un alto cargo europeo defendió el documento de Michel apuntando a los cambios que se han introducido más allá de los totales para facilitar el acceso a fondos. En el caso de la PAC, el belga propone introducir más flexibilidad para que se puedan transferir fondos entre el pilar I (las ayudas directas al campo) y el pilar II (los fondos de desarrollo rural).

En el caso de los fondos de Cohesión, Michel disminuye la partida reservada para las regiones más desarrolladas en unos 7.000 millones de euros, mientras que añade prácticamente la misma cantidad a la cifra dedicada a las menos desarrolladas (cuyo PIB es inferior al 75% de la media europea), hasta dejarlo en los 200.000 millones de euros.

Se estudiará reducir la parte de los fondos que se devuelve anualmente a los contribuyentes netos para reequilibrar el saldo

"No esperamos que los Estados miembros estén contentos", comentó la misma fuente, aunque añadió que el nivel de satisfacción, o más bien de insatisfacción, será clave para saber si la propuesta es un punto de partida válido para la negociación, que se debería cerrar como tarde en otoño.

La propuesta de Michel también aborda otros puntos polémicos que azuzarán aún más una discusión que se espera tensa entre los líderes el jueves. Uno de ellos es la reducción de los llamados "cheques", la parte de los fondos que se devuelve anualmente a los contribuyentes netos para reequilibrar el saldo. Michel solo apunta a una reducción progresiva, aunque sin fijar el ritmo ni si terminará en la eliminación total.

El otro punto controvertido es la introducción de la nueva condicionalidad del respeto al Estado de Derecho para acceder a los fondos. Este criterio, que una mayoría defiende para presionar sobre todo a Hungría y Polonia, queda sin embargo ligeramente aguado al hacer menos automática su aplicación.

Michel también introduce nuevas fuentes de financiación para las arcas comunitarias, más allá de las contribuciones nacionales y otras menores que ya existen, como los aranceles o las multas comunitarias. Será un impuesto a los envases de plástico de 80 céntimos por kilo, y la transferencia de los beneficios del mercado de emisiones.

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