
Las ventas minoristas en Reino Unido de diciembre registraron un descenso del 0,6%, encadenando cinco meses consecutivos a la baja, lo que supone la peor racha del sector del retail desde que comenzaron a registrarse la serie histórica en 1996. El dato es crítico porque se produce en plena campaña de Navidad donde los comercios se han empleado en fondo con grandes descuentos y cuando la incertidumbre del Brexit se ha despejado.
Las ventas minoristas es el último dato negativo que se publica sobre la economía británica. El lunes el PIB sorprendió con una caída del 0,3%. El Banco de Inglaterra se encuentra contra las cuerdas para que baje los tipos de interés ante la apatía de la economía, cuando todo el mundo esperaba que repuntara tras despejarse la incertidumbre sobre el Brexit.
La caída de las ventas minoristas se producen en mitad de una crisis del sector, que está viendo como la facturación se está desplazando a Internet donde la competencia es feroz. Para esta campaña se anticipaba grandes descuentos para intentar remontar las cifras, según British Retail Consortium.
Pese a todo y a pesar de incluir los números del Black Friday y el Ciber Monday 2019 se ha cerrado como el peor año para los retailers británicos. Las probabilidades que da el mercado para una rebaja de tipos de interés en la próxima reunión del Banco de Inglaterra del 30 de enero. La libra ha registrado un movimiento brusco de una caída intradía del 0,47%.
Las ventas en diciembre cayeron en todos los ámbitos, con las ventas no alimentarias disminuyeron un 0,9% y las ventas de alimentos cayeron un 1,3%, la mayor cantidad desde diciembre de 2016. Las estaciones de servicio y los minoristas en línea tuvieron un mejor mes.
También hubo descensos radicales durante el trimestre, con la ropa y el calzado cayeron un 2,3% y las ventas minoristas no comerciales cayeron un 3,2%.