
Aunque España sigue creciendo a ritmos mayores a los de sus socios europeos, la desaceleración económica es un hecho. Tanto los organismos internacionales como el Banco de España han rebajado el crecimiento del PIB de nuestro país, que Bruselas también ha revisado a la baja situándolo en el 1,9 por ciento.
Castilla y León tampoco ha escapado a los efectos de las turbulencias internas y externas. Según los datos de Contabilidad Regional de la Junta, el Producto Interior Bruto de la Comunidad creció en el segundo trimestre un 2,4 por ciento, dos décimas menos que en el primer trimestre y un punto inferior al registrado en el mismo periodo del año pasado.
A las estadísticas se une además la percepción de una ralentización de algunos de los proyectos de inversión previstos y la bajada de la venta de suelo industrial. Esto ha llevado a la Consejería de Economía y Hacienda, que dirige Carlos Fernández Carriedo, a poner medios para enmendar una situación que puede ir a peor y, sobre todo, a im-pulsar esos proyectos que se han quedado en stand by. Por ello, la Junta ha aprobado una rebaja del precio del suelo empresarial de un 25 por ciento de media y ha creado una línea de financiación para circulante y para adquirir suelo por parte de las empresas.
De esta manera, Castilla y León se ha convertido en la primera comunidad autónoma en poner en marcha medidas para incentivar el crecimiento económica en un contexto de incertidumbre.
Ahorro de 23 millones
La bajada del precio del suelo empresarial afecta a 3,8 millones de metros cuadrados, lo que supondrá un ahorro de 23 millones de euros para las nuevas empresas que se instalen y para aquellas que quieran consolidarse y ampliar sus instalaciones. Según Fernández Carriedo, con esta medida Castilla y León se sitúa como la región "más competitiva" en materia de suelo industrial de toda la mitad norte de la Península Ibérica, incluido Madrid y Portugal.
La idea es que se reduzcan hasta un 50 por ciento en las áreas donde existen planes territoriales de fomento y un 17,6 por ciento en el resto de zonas, lo que se traduce en una media del 25 por ciento en todo el conjunto.
De esta manera, la promesa del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de reducir el 15 por ciento el precio del suelo industrial será 10 puntos mayor de lo anunciado en su discurso de investidura.
Además de la reducción del precio del suelo empresarial, se ha puesto en marcha una nueva línea de apoyo financiero dentro del programa ADE Financia 2019 a través de Iberaval, que tiene como objetivo impulsar la reactivación económica en la Comunidad. Se trata, según el consejero, de favorecer que las empresas continúen desarrollando su actividad y acometan nuevos proyectos de inversión o ampliación y creen más empleo en suelo empresarial de Castilla y León.
Así, se financiarán proyectos de inversión y necesidades de capital circulante de empresas que generen actividad, mediante inversiones materiales o circulante que impliquen generación y mantenimiento del empleo, con un importe de crédito entre 6.000 y 700.000 euros -en función de las características y necesidades de cada proyecto-, un plazo de amortización que varía entre uno y diez años, una carencia de hasta 24 meses y una bonificación total máxima del 2,5 por ciento.
Estas bonificaciones supondrán un ahorro de 10,5 millones para las empresas que requieran de financiación, con lo que el impacto económico total de las medidas frente a la desaceleración podría alcanzar los 33,6 millones de euros.