
El Mobile World Congress ya tiene las inscripciones abiertas para su edición de 2020, que está prevista del 24 al 27 de febrero en Fira de Barcelona, pero sus impulsores están muy pendientes de la situación política y social en Cataluña, que puso en riesgo la edición 2018 del evento debido a la inestabilidad que acompañó al referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017.
En esta ocasión, el objeto de atención de la GSMA -asociación internacional de la industria de la telefonía móvil responsable del congreso- es la estrategia de movilización permanente que las entidades soberanistas están llevando a cabo como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo condenando a los líderes del 1-O.
El consejero delegado de GSMA, John Hoffman, acudirá a Barcelona para una reunión este martes en la que también participarán representantes del Ministerio de Economía y Empresa, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona. Se trata del encuentro que agenda cada cuatro meses el patronato de la fundación que acompaña al congreso, la Mobile World Capital Barcelona, y tendrá lugar tras la repetición electoral en España y las dudas sobre que el gobieno catalán agote la legislatura, con un presidente, Quim Torra, que puede ser inhabilitado por haberse negado a retirar simbología independentista de los edificios de la administración catalana en el periodo electoral de la pasada primavera. Hay que tener en cuenta que la Mobile World Capital obtiene la mayoría de sus ingresos de aportaciones públicas, si bien la organización confía en la llegada de fondos pese a que todavía no se han impulsado presupuestos estatales ni catalanes para 2020.
En el presupuesto de la fundación de 2019, los ingresos por subvenciones públicas y donaciones representan el 92% del total de ingresos, que ascienden a 20,7 millones. Un apoyo que retorna multiplicado para Barcelona y alrededores, teniendo en cuenta que el Mobile World Congress de 2019 generó un impacto económico de 473 millones de euros, y que el evento acumula 4.800 millones de impacto desde que se empezó a celebrar en la capital catalana en 2006. El contrato actual de la GSMA con Barcelona alcanza hasta la edición de 2023, y precisamente el pasado mes de julio sumó como patrono de la Mobile World Capital a CaixaBank, que se comprometió a aportar dos millones de euros entre 2019 y 2023.
Foro internacional en 2020
Los vínculos de la GSMA con España pueden fortalecerse si e contexto político no lo impide, ya que en septiembre se anunció la celebración en el país -si no hay imprevistos, en Barcelona- de una cumbre mundial sobre gobernanza tecnológica en 2020, en el marco de la iniciativa Digital Future Society, impulsada por el Ministerio de Economía y Empresa y la Mobile World Capital Barcelona.
De cara al Mobile World Congress 2020, ya está en marcha el dispositivo de alojamiento -en colaboración con el Gremio de Hoteles de Barcelona-, y los taxistas también están recibiendo instrucciones para facilitar la movilidad durante un evento por el que este año pasaron 109.000 personas, la mayoría extranjeras. El presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat, afirmó esta semana que los preparativos avanzaban "con normalidad", pero a la GSMA no le temblará el pulso a la hora de tomar medidas si considera que el buen funcionamiento y la seguridad no están garantizados.
Hoffman reconoció en la presentación del Mobile World Congress 2019 que la organización del mayor congreso de tecnología móvil del mundo sopesó hasta dos ubicaciones alternativas fuera de España para la edición 2018. El directivo incidió en que el riesgo fue elevado y que su nivel de preocupación llegó a tal extremo que incluso estaban "preparados para cancelar" la edición de la capital catalana y llevarla a otro lugar. No quiso concretar los destinos alternativos, si bien descartó las opciones que aparecieron entonces en medios de comunicación, como Lisboa y Dubai.
La GSMA dio entonces el episodio por "superado", y Hoffman se mostró satisfecho con las instalaciones y apoyo institucional que reciben en Barcelona. Pero eso era antes de Tsunami Democràtic y de las movilizaciones contínuas.