Economía

Diccionario económico para no perderse en la próxima crisis

  • Hay conceptos básicos que conviene recordar ante la cercanía de una recesión
Foto: Archivo

Queda aún en el recuerdo de los españoles la crisis de 2008 y, en especial, el desconcierto del ciudadano medio en torno al significado de la avalancha de términos económicos que se usaban día tras día en los medios de comunicación, incluso llegando a las conversaciones cotidianas. Ante la proximidad de una nueva crisis, es necesario repasar los principales conceptos económicos que afectan a la vida diaria de las familias y las empresas y también sirve como test de hasta qué punto hemos aprendido las lecciones básicas de la recesión anterior:

1. Para saber qué entendemos por "economía", el primer término, sin duda necesario de definir, es el Producto Interior Bruto, más conocido por su acrónimo "PIB". Se trata de la suma de todo lo que se produce en un país durante un período de tiempo concreto, normalmente un año. Si bien es un indicador con debilidades notables frecuentemente señaladas por los estadísticos, a día de hoy es la mejor de las mediciones que tenemos para tener una idea lo más aproximada posible del estado de la economía.

2. Una vez que tenemos claro qué entendemos por "economía", el siguiente concepto fundamental es "ciclo económico". El crecimiento económico se comporta de forma cíclica, es decir, tiene momentos de expansión (cuando el PIB está creciendo) y momentos de recesión (cuando el PIB está bajando), el cual oscila en torno al valor 0, que es el estancamiento. Además de estas dos fases (expansión y recesión), el ciclo económico se caracteriza por dos fases más: la de desaceleración (el crecimiento del PIB empieza a bajar) y la de recuperación (cuando la economía se empieza a recuperar después de la recesión).

3. En tercer lugar, si la actual fase es la de desaceleración, la siguiente será la "recesión". Técnicamente se declara cuando una economía sufre una contracción del PIB durante dos trimestres consecutivos. La última recesión en España se produjo entre el cuarto trimestre de 2008 y el segundo trimestre de 2014, siendo más duradera que la vivida en otros países como Alemania, Francia o Reino Unido. Una recesión puede ser más o menos intensa en función del comportamiento de otras variables, especialmente de la oferta monetaria. Una caída de la masa monetaria en circulación agudiza la recesión.

4. Precisamente, la fase actual de "desaceleración" merece una definición. Es la fase del ciclo económico que va desde el punto más alto de crecimiento de la economía hasta el 0%, momento en el cual el PIB empieza a descender. Es la fase en la que actualmente se encuentran las economías europeas y su duración depende tanto de factores externos (por ejemplo, actualmente guerra comercial, Brexit, Italia...) como de factores internos fruto de la acumulación de excesos, como pueden ser burbujas especulativas, apalancamiento insostenible de familias y empresas o quiebras de empresas y entidades financieras.

5. En quinto lugar está el término "burbuja". Es cuando el precio de un activo (una casa, una acción...) sube muy por encima del valor que el activo es capaz de generar a medio y largo plazo (normalmente denominado valor fundamental). La burbuja más conocida de los últimos años es la inmobiliaria, concretamente en precios tanto del suelo como de construcción. A día de hoy, en las grandes capitales españolas, la burbuja se centra en los precios del alquiler, igual que ocurre en una buena parte de las grandes ciudades europeas.

6. Un elemento que suele acompañar una "burbuja" es el apalancamiento, sexto de los términos básicos. Apalancamiento es sinónimo de endeudamiento. Es el factor que multiplica el ahorro o dinero propio de un inversor para poder disponer de una cantidad superior. Cuanto mayor es este factor, mayor es el nivel de endeudamiento del inversor. En épocas de bonanza económica, el apalancamiento tiene un efecto positivo sobre la rentabilidad de la inversión, sin embargo, en épocas de crisis se puede convertir en un factor desestabilizador dado que si un inversor no tiene suficiente: capital para poder devolver sus deudas, puede haber una quiebra.

7. En séptimo lugar, el resultado de un alto apalancamiento es la "morosidad", o sea la probabilidad de que un deudor no haga frente a la devolución del capital más intereses de un préstamo. Una elevada morosidad perjudica directamente a los bancos, los cuales restringen el crédito haciéndolo más escaso y más caro y se ven obligados a ampliar el "colchón" frente a más impagos. A mayor morosidad, menor es la capacidad financiera de las economías domésticas y, por tanto, la debilidad de la demanda, sobre la que a lo largo de todas las crisis se ha intentado actuar para estimularla vía políticas económicas.

8. Así surge el concepto de "política anti-cíclica", consistente en estimular la demanda a través de los siguientes mecanismos: por un lado, vía política fiscal expansiva consistente en inyecciones de gasto público o bajadas de impuestos y, por otro lado, vía política monetaria expansiva, ampliando la liquidez y reduciendo los tipos de interés para abaratar el crédito. La efectividad de la política anti-cíclica depende no solo del momento del ciclo (el grado de intensidad de la crisis) sino también de cómo se emplea el nuevo dinero en la economía y cuál es el punto de partida. A día de hoy, ya se parte de un elevado nivel de estímulo tanto monetario (los mercados están inundados de liquidez) como fiscal (se suceden las bajadas de impuestos y el gasto público sigue creciendo).

9. Una de las vías de crecimiento del gasto público en períodos de crisis es el denominado "estabilizador automático", que no es otra cosa que un tipo de gasto que se activa precisamente en recesión. El más importante, por el lado del gasto, es la prestación por desempleo mientras que por el lado de los ingresos es la bajada de la presión fiscal, especialmente del Impuesto sobre la Renta dado su carácter progresivo: a menos ingresos, el pago de impuestos cae más que proporcionalmente.

10. Otro indicador a tener en cuenta es la "prima de riesgo", que mide la diferencia entre el tipo de interés exigido por los inversores a la deuda de un país (por ejemplo España) con respecto al tipo de interés de la deuda pública alemana, considerada como la de mayor calidad. Es probable que este concepto se utilice menos en esta crisis debido al control que sobre él tiene el Banco Central Europeo (BCE) gracias a los programas de compras de deuda pública y privada que han contribuido a reducir el riesgo de crisis soberanas.

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