El gobierno de México cuenta con dos dependencias fundamentales para ejercer sus funciones de promover el crecimiento económico y conservar la estabilidad macroeconómica del país: la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Economía, cuyas funciones pueden llegar a confundirse, ya que en otros países las funciones de la Secretaría de Hacienda son llevadas por un "Ministerio de Economía".
Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Es la encargada de diseñar, planear, ejecutar y coordinar la política macroeconómica del país. Lo anterior incluye la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, el Presupuesto de Egresos de la Federación (Gasto público) y la Ley de Ingresos (lo que el gobierno pretende obtener del cobro de impuestos, ganancias de la empresas paraestatales y otros); operar la deuda pública del gobierno federal y coordinar y vigilar el sistema bancario (con excepción del Banco de México que es autónomo). También es el órgano responsable del control y evaluación del ejercicio del gasto público para dar seguimiento a sus resultados (validar indicadores estratégicos).
Sus principales unidades son la Subsecretaría de Ingresos y Subsecretaría de Egresos. También cuenta con órganos desconcentrados como el SAT, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Consar y la banca de desarrollo.
Secretaría de Economía
La secretaría de Economía es el organismo del gobierno federal encargado de la administración, regulación y fomento de la industria, el comercio y la prestación de servicios. Su función es diseñar, planear, ejecutar y coordinar las políticas públicas en materia de desarrollo económico. También es el organismo encargado de regular, orientar y estimular las medidas de protección al consumidor. Sus principales unidades son la Subsecretaría de Industria y Comercio y la subsecretaría de Comercio Exterior.