Tras darse a conocer de manera oficiosa a comienzos de esta misma semana, la tercera generación del Porsche Cayenne ya está aquí. La firma ha desvelado el nuevo SUV, su segundo modelo más exitoso tras el Macan, el cual adopta rasgos estéticos que evocan al icónico 911 y al Panamera para gozar de una apariencia más atractiva, al mismo tiempo que adquiere modificaciones tecnológicas y mecánicas que le dotan de un mayor dinamismo.
Para comenzar, el Cayenne 2018 mide 4.918 milímetros de largo y 1.983 de ancho (sin incluir los retrovisores), con lo que gana 63 mm de longitud en comparación con su antecesor. No obstante, mantiene la misma distancia entre ejes (2.895 milímetros). Asimismo su altura se reduce en 9 mm y es 65 kilos más ligero (1.985 kilos en total) gracias a su nuevo chasis con el que mejora su comportamiento offroad. La capacidad de su maletero también se incrementa de forma considerable hasta los 770 litros, 100 más que antes.
Estéticamente llaman la atención los pilotos traseros tridimensionales unidos por una banda de LEDs de extremo a extremo, quizá el resquicio más indentificativo de su cercanía con el mencionado Panamera. Por su parte, el frontal cuenta con unas tomas de aire rediseñadas y de mayor tamaño.
Todos los Cayenne cuentan con faros LED de serie. Sin embargo, se pueden escoger forma opcional los faros adaptativos Porsche Dynamic Light System (PDLS), que ofrecen varios modos de iluminación, y nuevos faros LED con haz de luz matrix, que incluyen el sistema PDLS Plus.
Adiós a los botones
En su interior, destaca la pantalla táctil de 12,3 pulgadas que ya incluyó el Panamera en su segunda generación, presentada el año pasado, con la que desterró a los botones. En el centro del cuadro de instrumentos, el cuentarrevoluciones. Lleva a los lados dos pantallas de alta resolución de 7 pulgadas con el resto de información relevante para la conducción, a las que se accede a través del volante multifunción.
Por su parte, la sencillez y comodidad de conducción en carretera se maximiza con la inclusión de un eje trasero direccional y, por primera vez, de neumáticos diferenciados delante y detrás -otro resquicio más de su deportividad con el que rememora al 911- que montan llantas de 19" o de 20" y 21", de forma opcional. Tampoco falta la suspensión adaptativa y el Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), un sistema electrónico que compensa el balanceo de la carrocería.
Tecnológicamente destacan el Asistente de Visión Nocturna (Night Vision Assist) con cámara de imagen térmica, junto con el Asistente de Cambio de Carril , el Asistente para Mantenerse en el Carril (que incluye el reconocimiento de señales de tráfico; el Asistente para Atascos, la Ayuda al Aparcamiento (ParkAssist) con Visión Periférica y el Porsche InnoDrive, al que va asociado el control de crucero adaptativo.
¿Y bajo el capó?
El nuevo SUV equipa un motor turbo de seis cilindros y tres litros, que desarrolla 340 CV de potencia y 450 Nm de par, y acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos (5,9 segundos con el Paquete Sport Chrono). Su velocidad máxima es de 245 km/h.
La segunda variante es el Cayenne S, que lleva un motor V6 biturbo de 2.9 litros. Este propulsor de nuevo desarrollo logra una potencia de 440 CV, es decir, 20 CV más que en el modelo precedente, y un par de 550 Nm. Eso le permite acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 5,2 segundos (con el Paquete Sport Chrono en 4,9 segundos). La velocidad máxima es de 265 km/h.
La gran novedad mecánica es la transmisión Tiptronic S de ocho velocidades. La firma utiliza en todos los modelos Cayenne la tracción integral activa y se vale del Porsche Traction Management (PTM), un control de tracción inteligente y completamente variable, para distribuir la potencia entre ambos ejes para una buena tracción en terrenos complicados.
La marca ya acepta pedidos en España y sus precios son:
-Cayenne: 87.579 euros.
-Cayenne S: 107.127 euros.