Aunque algunos pensarán que es un sacrilegio, lo cierto es que este nuevo motor es necesario para mejorar las cifras de eficiencia de la gama. Además, no es el primero -ni será el último- coupé/roadster deportivo en montar un propulsor de este tipo como alternativa a los más antiguos motores V6 y V8. Perteneciente a la familia Ingenium, entrega 300 CV y consume 7,2 litros de media. Su precio de partida es el más bajo de todos los F-Type.
A pesar de que no lleva mucho tiempo en el mercado, el Jaguar F-Type ha sabido hacerse un hueco entre los deportivos biplaza de nuestro mercado. Y lo ha hecho por méritos propios, ya que el británico combina diseño y carácter como pocos otros lo hacen. No es el más efectivo en pista, ni seguramente lo pretenda, pero sí es muy rápido, elegante y, sobre todo, escandaloso.
Si tuviéramos que quedarnos con una sola cualidad de este Jaguar, sin duda, sería con su espectacular bramido. Da igual que no refiramos a las versiones con motor V6 u V8, cualquiera pone los de punta cuando se pulsa el botón de arranque y comienza la escalada de revoluciones. El motor y el sistema de escape componen unas melodías simplemente salvajes, a las que acompañan unas prestaciones realmente buenas.
Quizá por ello ahora miremos con recelo al nuevo propulsor que se suma a la gama como escalón de acceso. Pertenece a la familia Ingenium y, con sus cuatro cilindros y 2 litros de cubicaje, pretende convertirse en la apuesta más eficiente y racional. ¿Será capaz de estar a la altura? Es decir, tras los suculentos V6 y V8, ¿qué posibilidades tiene de enganchar a un futuro cliente? Lo cierto es que, sobre el papel, el nuevo motor resulta ser un compendio tecnológico más que interesante. Potencia y prestaciones no le faltan, y las cifras de consumo y emisiones son bastante buenas. Además, si Porsche ha renunciado a los 6 cilindros -en virtud de los nuevos 4 cilindros- en la reciente saga 718 Boxster y 718 Cayman, ¿por qué no iba a poder adoptar esta estrategia Jaguar para complementar su oferta?
El motor
El motor del nuevo Jaguar F-Type, como decíamos, pertenece a la familia Ingenium, y se trata de un gasolina turboalimentado, con 4 cilindros y 2 litros de cilindrada. Rinde una potencia de 300 CV y entrega un par de 400 Nm, disponible desde 1.500 rpm. Todo esto se traduce en cifras como la del 0 a 100 km/h en 5,7 segundos o los 249 km/h de velocidad máxima. Nada mal, desde luego, para ser el primer peldaño de la gama.
Esta nueva mecánica, por cierto, se asocia siempre a la transmisión automática Quickshift de 8 velocidades y a la tracción trasera. El consumo medio homologado es de 7,2 litros cada 100 km/h (un 16% menos que el motor V6 de 340 CV) y las emisiones quedan fijadas en 163 g/km. Este es, precisamente, el punto fuerte de este motor de cuatro cilindros: su austeridad. En cuanto al sonido, dicen los responsables de la marca que la admisión y el escape se han calibrado meticulosamente para lograr el característico sonido del F-Type.
Por otra parte, tal y como asegura el director de motores de Jaguar / Land Rover, Ron Lee, "El nuevo Ingenium gasolina de 300 CV está diseñado para ofrecer una atractiva combinación de rendimiento, refinamiento y eficiencia. Las tecnologías de última generación, incluyendo el control electrohidráulico del alzado de las válvulas de admisión, el colector de escape integrado y el turbocompresor de doble entrada con rodamientos de cerámica convierten a este propulsor en el motor de gasolina más avanzado que hemos producido nunca".
Elementos distintivos
Al margen del propio motor que se esconde bajo el capó, el Jaguar F-Type de cuatro cilindros cuenta con una serie de elementos que lo distinguen de sus otros hermanos de gama, como son el embellecedor único de los escapes que lo distingue de los tubos de escape centrales dobles y cuádruples de los modelos V6 y V8, o las llantas de 18 pulgadas de diseño exclusivo.
Los precios parten de 63.500 euros en la versión Coupé y de 71.000 euros en la variante Convertible.
