Toyota, consciente de la importancia que tiene el Yaris en el mercado europeo (del que es su superventas particular), ha destinado 90 millones de euros para actualizar la tercera generación del pequeño/mediano de la firma japonesa. Este lavado de cara viene en forma de 900 nuevos componentes, tanto en el exterior (retoques en el diseño, sobre todo en la trasera) como en el interior (nueva presentación de la instrumentación y un nuevo motor 1.5 de gasolina).
Con la mayoría de edad del Yaris, cuyo estreno mundial tuvo lugar en 1999, Toyota ha tirado 90 millones de euros por la ventana para que caigan en una mejora de su segundo pequeño (tras el Aygo). Una implementación que, según los responsables de la firma nipona, se apoya en cuatro pilares.
Por un lado, el diseño. El nuevo Yaris, siguiendo los cánones de la moda en el mundo del motor, sigue afinando su apariencia, con un perfil de morro más acentuado, más tridimensional ("efecto catamarán" lo llaman en Toyota), si bien sus principales cambios están en la trasera del vehículo, que reciben nuevos portón, luces y paragolpes, para lograr un efecto más redondeado, más compacto y macizo. Y hablando de modas, está claro que el bicolor ha llegado para quedarse, y más en estas gamas de vehículos pequeño/medianos enfocados a gente joven. De esta forma, a la gama de bicolores existentes se incorpora ahora una nueva tonalidad en azul. El interior del vehículo presenta un nuevo salpicadero en el que la estrella será sin duda la opcional pantalla de 4,2 pulgadas.
El segundo pilar son las mejoras híbridas. La doble propulsión eléctrica/combustión está suponiendo todo un éxito en este modelo, que en 2016 alcanzó el 45% de las 200.000 unidades que se vendieron en toda Europa. En este lavado de cara de la tercera generación se ha implementado la reducción del ruido de un coche ya de por sí tranquilo en este aspecto. Además, en unas condiciones normales, el Yaris puede llegar ahora al 55% de su tiempo de funcionamiento y hasta un 37% de la distancia total recorrida en modo exclusivamente eléctrico.
Más eficiencia
La tercera piedra del tejado es la incorporación de un nuevo motor de gasolina a la gama, un 1.5 de gasolina, capaz de generar un 10% más de potencia que el anterior propulsor de 1.33 litros, además de consumir hasta un 12% menos en el empeño.
Y, como cuarta piedra de toque, en este nuevo Yaris Toyota ofrece de serie el paquete Safety Sense, el conjunto de dispositivos de seguridad que incluyen precolisión con frenado automático de emergencia, luces de carretera inteligentes, avisador de cambio involuntario de carril y reconocimiento de señales de tráfico.
Con todo ello, el Toyota Yaris sigue ofreciéndose como una muy apetecible alternativa para una conducción eminentemente urbana y confiable para desplazamientos discretos. Y aunque el nuevo motor 1.5 se posiciona como una alternativa más que notable al híbrido, sin duda alguna esta propulsión es la que seguirá ganando enteros en las cifras de ventas. De hecho, los responsables de la firma nipona en España esperan alcanzar una cuota del 60% de híbridos dentro del total de ventas del modelo en nuestro país.
El remodelado Yaris de tercera generación seguirá contando con cuatro niveles de equipamiento: City (el más básico, pero que sin embargo ya cuenta, como hemos referido, con el Toyota Safety Sense); Active (con la pantalla digital de 4,2 pulgadas); Feel! (con molduras laterales y disponible en hasta cuatro bitonos); y Advance (con techo panorámico y molduras cromadas).
Con todo ello, Toyota espera vender en este mismo año 2017 un total de 13.000 Yaris, para mantenerse en el Top 5 de ventas del difícil segmento B y, como hemos dicho, con el objetivo de superar el 50% de ventas en la versión híbrida. El precio de salida del 1.5 gasolina es de 12.300 euros y el del híbrido, 14.850 euros.