Hace unos días Mazda sorprendía con el anuncio del RT24-P, un espectacular vehículo de competición pensado para la categoría de prototipos del campeonato americano IMSA de resistencia, que no solo destaca por su motor de cuatro cilindros turbo, con dos litros y 600 CV, sino también por su cuidada estética que recoge la herencia del diseño Kodo de los modelos de calle aunque especialmente adaptada a la carrocería de un coche de estas características.
Pues bien, hoy es la división de lujo de General Motors, Cadillac, la que nos deja con la boca abierta tras presentar en sociedad al que se convertirá en rival -entre muchos otros- del Mazda que acabamos de citar. Aunque poco tiene que ver con él. Para empezar, porque el Cadillac DPi-V.R no sabe lo que es el downsizing. Sí, la potencia final que alcanza es la misma (600 CV), pero en lugar de un bloque de baja cilindrada con sobrealimentación, aquí lo que encontramos es un motor atmosférico V8 de 6,2 litros. Muy a la americana, como no podía ser de otra forma.
Este propulsor es el mismo que utiliza el Cadillac CTS-V de calle, aunque convenientemente adaptado a las circunstancias. Pierde la alimentación forzada en virtud de la aspiración natural, es capaz de girar más arriba de vueltas, por encima incluso de las 7.500 rpm y se encarga en este caso de mover una masa de apenas 930 Kg, por lo que presuponemos unas prestaciones espeluznantes. La transmisión queda en manos de una caja de cambios X-Trac con levas tras el volante para subir y bajas marchas, que deriva la directamente a las ruedas traseras.
Lo que sí tiene en común con el Mazda que citábamos unas líneas antes es su afán por trasladar a los circuitos el diseño de los modelos de calle de la marca. Ese aspecto imponente, esas luces delanteras con firma claramente vertical, esos detalles V-Performance en las llantas... en fin, cada uno de los centímetros que definen las formas del DPi-V.R, especialmente en la parte delantera, dejan bien claro que se trata de un Cadillac. El equipo de diseño de la marca tenía bien claro que con su primer prototipo de competición quería hacer "un coche muy capaz en la pista pero con la inconfundible presencia de Cadillac". Sin duda, así ha sido.
Pero además, de la estética y el motor, el Cadillac DPi-V.R hereda otros aspectos de la gama de modelos que se venden en el mercado. Nos referimos, por ejemplo, a elementos tecnológicos como el retrovisor interior con cámara de visión trasera, visto en el Cadillac CT6 Sedan y también en los CTS, XT5 y Escalade 2017.
¿Cuándo se dejará ver en los circuitos este nuevo prototipo de competición firmado por una de las marcas más deseadas de Norteamérica? En la carrera inaugural de la temporada IMSA 2017, los días 28 y 29 de enero en Daytona. Un gran estreno en un gran trazado. No dudamos que dará todo el espectáculo posible sobre el asfalto.