Entre sus ventajas figuran su mejor aprovechamiento del espacio y su distinguido diseño. El BMW Serie 4 Gran Coupe se instala en la gama como la tercera variante de la denominación 4 y se plantea como una buena alternativa a las berlinas tradicionales del segmento D.
Ya está aquí el BMW Serie 4 Gran Coupé. Es la tercera variante de la Serie 4 y deriva directamente del coupé de dos puertas, aunque adopta forma de berlina de cinco puertas con un toque de coupé. Curiosamente, ambos modelos tienen la misma longitud y anchura, e incluso la batalla es igual. A la vista no lo parece, pero es así. Lo que sí cambia es la altura, que es 12 milímetros mayor, y la caída del techo, que desciende hasta la zaga como en todo buen coupé.
El BMW Serie 4 Gran Coupé sigue la estela abierta por el Serie 6 Gran Coupé y plantea una serie de ventajas frente a cualquier otro modelo que lleva el 4 en su denominación. Aparte de la estética, que probablemente sea su mejor arma, la altura disponible para la cabeza y el volumen del maletero son mejores en el nuevo BMW.
Este último crece 35 litros hasta llegar a los 480, pero no sólo eso, también el acceso es mucho más cómodo gracias a su gran boca de carga. La capacidad llega hasta los 1.300 litros con los asientos abatidos. Por otra parte, igual que sucede con el recién presentado BMW X4, que ya hemos tenido ocasión probar, el Serie 4 Gran Coupé puede beneficiarse del sistema de apertura eléctrica del portón y del Smart Opener, que permite realizar la maniobra sin tocar el maletero, simplemente pasando el pie cerca de un sensor que hay bajo el paragolpes trasero.
Llama la atención en este nuevo Serie 4 su diseño equilibrado y muy proporcionado que, quizá, sea el más atractivo a la vista de entre todas las berlinas de BMW de su tamaño. Tanto es así, que no sería raro que le robase algún que otro cliente potencial a la Serie 3. La parte frontal es calcada a la del Serie 2 Coupe, pero de la mitad para atrás adquiere una personalidad propia. También vemos en él ciertos detalles que nos recuerdan al Serie 3 GT (siglas de Gran Turismo), como son el remate del maletero con una especie de pequeño espóiler, los bigotes aerodinámicos laterales y los asientos traseros, que parecen integrarse con las puertas para dar sensación de recogimiento.
Primer contacto
Una vez en marcha, el BMW Serie 4 Gran Coupe rueda de forma muy confortable y dinámica. La pisada es certera y ágil, la dirección tiene un tacto muy agradable y, en general, el coche se mueve con mucha finura.
El toque premium está ahí, no cabe duda. Por el momento sólo tenemos referencias de la berlina con el motor 28i, un gasolina de cuatro cilindros que rinde 245 CV y parece tener doble personalidad: por una parte es capaz de girar a pocas vueltas con un sonido prácticamente imperceptible cuando nos movemos de forma tranquila y, por otra, al pisar con contundencia el pedal derecho saca a relucir su carácter y ofrece muy buenas prestaciones unidas a un sonido ciertamente llamativo.
El cambio automático Steptronic de 8 velocidades, una vez más, lo recomendamos encarecidamente. Cuesta 2.500 euros más que el manual, que no es poco, pero teniendo en cuanta que es uno de los mejores -si no el mejor- que hay en el mercado, lo consideramos un imprescindible en el catálogo de opciones.
Otras opciones
Otros versiones disponibles en la gama son el 420i, con 184 CV y el 435i, también de gasolina, con 306 CV. Para quienes busquen un consumo reducido, sus mejores opciones serán los diésel 418d y 420d, de 143 y 184 CV, cuyo consumo medio oficial es de 4,5 y 4,7 l/100 km, respectivamente.
El BMW serie 4 Gran Coupe llega al mercado con tres líneas de acabado (Modern, Sport y Luxury), con la tracción integral xDrive asociable al motor diésel más potente y al gasolina intermedio, y con la caja de cambios automática como una opción para todos los propulsores de la gama. El precio de partida de esta berlina es de 39.900 euros para el 420i, una factura calcada a la del Serie 4 Coupe y 4.500 euros superior a la de un Serie 3 (berlina de cuatro puertas).