Dada la complicada situación que viven buena parte de las automovilísticas estadounidenses, no es extrañar que el multimillonario inversor, Kirk Kerkorian haya decidido vender todas sus participaciones en Ford Motors. El brazo financiero de Kerkorian, Tracinda Corp, llegó a invertir cerca de mil millones de dólares en el fabricante automovilístico, llegando a gestionar hasta 140.8 millones de acciones, sin embargo, la caída en el precio de las participaciones de Ford ha provocado que la inversión haya supuesto una importante pérdida.
El pasado mes de abril, Tracinda Corp realizó una oferta para comprar cerca de 20 millones de acciones en Ford a cambio de 170 millones de dólares. Por aquel entonces esa cantidad se sumaba a las cerca de cien millones de participaciones con las que ya contaba Kerkorian, quien dominaba casi el seis por ciento del segundo fabricante de coches más grande de Estados Unidos. Durante el mes de junio su participación en la automovilística llegó a alcanzar hasta un 6,5%.
Sin embargo, en octubre, el inversor sorprendió a propios y extraños vendiendo cerca de 7,3 millones de acciones de Ford a un precio mucho más bajo de su coste de compra. Esta operación ya puso de manifiesto la intención de Kerkorian de intentar deshacerse del resto de sus intereses en Ford, alrededor de 133,5 millones de acciones, en un futuro no muy lejano, algo que ha quedado confirmado.
Inversor rebelde
Cabe recordar que Kerkorian siempre ha tenido cierta predilección por el sector automovilístico estadounidense y se ha ganado la fama de inversor rebelde. Hace cinco años compró una parte del accionariado de General Motors (GM.NY) y obligó a la compañía a someterse a una serie de medidas para conservar efectivo, como reducir el dividendo a los accionistas o rebajar el salario de sus ejecutivos, algo que le costó la relación con Rick Wagoner, consejero delegado del fabricante de coches más grande del mundo.
La oferta de Kerkorian 
