
Parece que Skoda va rompiendo barreras dentro del grupo Volkswagen y ya no quiere ser simplemente esa marca humilde que ofrece buenos productos a precio razonable, sino algo mucho más serio y apetecible. La prueba la hemos encontrado este año en París, donde se han presentado modelos tan interesantes como el Skoda Kodiaq RS y el Skoda Vision RS. El primero es un SUV con carácter; el segundo, toda una declaración de intenciones sobre los planes de futuro a corto plazo.
Empezaremos este artículo hablando del Skoda Vision RS, que es en realidad el más importante. Y lo es porque deja a la vista cómo serán los próximos modelos de la marca en cuanto a diseño y sistemas de propulsión. Sí, el Salón de París ha sido testigo de la puesta de largo del primer híbrido enchufable de Skoda. Un modelo de dimensiones compactas y aspecto deportivo, que esconde en sus entrañas un motor 1.5 TFSI de 150 CV, unido a un motor eléctrico de 102 CV, que, juntos, entregan una potencia total de 245 CV (la potencia resultante no es la suma de las potencias de ambos propulsores).
Podríamos estar un rato analizando datos como los 7,1 segundos que invierte el Skoda Vision RS en cubrir el 0 a 100 o los escasos 33 g/km de CO2 que homologa en su ficha técnica, pero lo importante de todo esto es que se mete de lleno en la tecnología más realista. Tecnología de hibridación que, gracias a los más de 70 km de autonomía eléctrica, le permitirá obtener en España la etiqueta 'cero emisiones' para poder circular con libertad en los escenarios de alta contaminación. La batería, por cierto, se puede cargar mediante enchufe en un mínimo de 2,5 horas o mediante los propios sistemas de recuperación de energía del coche.
Aparte del motor, el Skoda Vision RS llama la atención por el acento deportivo de la fibra de carbono, que está presente en el radiador, los paragolpes, los retrovisores, las salidas de aire o el difusor trasero. También por los asientos, que tienen un tapizado mixto Alcántara/tejido con fibra de carbono, y por el volante de estilo similar al de algunos coches de competición.
Este híbrido enchufable de Skoda es, de momento, un concept, pero su planteamiento es tan realista que no creemos que tarde mucho en salir a producción la idea que representa.
Skoda Kodiaq RS
En el extremo opuesto figura otra de las estrella de París, un SUV con el motor diésel más potente que jamás haya montado un Skoda de producción. Se trata del Kodiaq RS, que esconde bajo el capó un TDI de 240 CV asociado al sistema de tracción integral de la marca y a otros componentes como el chasis dinámico adaptativo (DCC) o la dirección progresiva.
También tiene otros detalles que alegran la vista, por ejemplo: las llantas de 20" de diseño específico, la instrumentación digital 'Virtual cockpit' o el logo RS en color rojo, que es la nueva seña de identidad de la familia RS.