Motor

Diésel o gasolina: ¿qué coches son más caros de mantener?

Hasta no hace tanto tiempo, los coches diésel eran los reyes del concesionario. Su bajo consumo de combustible y el carburante más económico eran razones suficientes para convertirse en la primera opción de compra de muchos conductores.

Si bien, el 'dieselgate' supuso un punto de inflexión que derivó en la caída progresiva de las comercializaciones de dichas motorizaciones que prosigue a día de hoy, sin que existan signos de que vaya a revertirse. De hecho, el nuevo impuesto a este carburante que se incluirá en los Presupuestos de 2019 y las medidas que se están llevando a cabo en las grandes ciudades para limitar la circulación de los vehículos más antiguos a fin de reducir los niveles de contaminación disipan, más si cabe, cualquier posible conato de recuperación.

A pesar de ello, existen motivos para creer que el diésel aún tiene un largo recorrido en España ya que no existen indicios de que vaya a desaparecer, al menos a corto-medio plazo. De hecho, Faconauto ha vuelto a salir en defensa de los motores de gasóleo de última generación y ha alertado del que considera la verdadera amenaza del sector: el envejecimiento del parque. Unas declaraciones que invitan a los conductores a adquirir nuevos vehículos, por lo que Autingo, la plataforma para calcular el presupuesto de una reparación y reservar cita online en el taller, ha realizado un estudio para resolver una de las grandes incógnitas a la hora de comprar un coche: ¿sale más caro mantener un diésel o un gasolina?

Diferencias de hasta 280 euros

Para extraer las conclusiones, Autingo ha analizado algunas intervenciones frecuentes en tres modelos diferentes: el Citröen C4 II, Honda CR-V III y el Renault Scénic II. El dato más significativo que resalta el estudio es que existen intervenciones que son 280 euros más caras en un diésel que en un vehículo de gasolina.

Entre las operaciones analizadas por Autingo se encuentran los habituales mantenimientos oficiales que recomiendan los propios fabricantes. En este caso, para la intervención de mantenimiento de los 60.000 kilómetros, que incluye entre otras cosas el cambio de correa, tensor y polea, el presupuesto calculado para un Citroën C4 II en su versión diésel sería de 624 euros, mientras que en el de gasolina sería de 344 euros, es decir, casi 300 euros de diferencia. En el Honda CR-V, el conductor que ha elegido la opción diésel tendrá que pagar 99 euros más. Sin embargo, sucede lo contrario en el Renault Scénic de gasolina en el que esta operación resulta ser 38 euros más cara, alcanzando los 706 euros frente a los 668 euros del mismo modelo en diésel.

Otra diferencia importante de precio la encontramos en el mantenimiento de los 100.000 kilómetros, en concreto en el Citröen C4 siendo hasta 162 euros más cara en la versión diésel que en la de gasolina.

"El mantenimiento de un coche diésel suele ser más elevado porque tiene un motor algo más complejo, con más elementos. Y, por ello, en la mayoría de los casos la intervención es más costosa que un coche a gasolina", señala Diego Renedo, COO de la plataforma.

Esas variaciones en el coste también se producen en otras reparaciones comunes como por ejemplo la sustitución del kit de embrague. Esta es una de las intervenciones más caras de los coches y si fuera necesario hacérsela a un Renault Scénic de diésel costaría 838 euros frente a los 673 euros del mismo modelo en su versión de gasolina. La situación se repite con el cambio de la bomba de agua en el que el propietario de este mismo vehículo en diésel tendría que pagar 350 euros, es decir, 23 euros más que el dueño de uno de gasolina que desembolsaría 327 euros por esa reparación.

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