
El transporte urbano eléctrico se está convirtiendo en una solución para el problema de movilidad de las grandes ciudades, que además contribuye a una menor contaminación urbana. Jaime Meléndez Thacker, director general de emovili, es un convencido de la movilidad eléctrica y su joven compañía –nacida en noviembre de 2017– se está posicionado como un referente del sector gracias a un servicio global que implica la consultoría, la intalación y el mantenimiento.
¿Qué es emovili y por qué ha tenido un crecimiento tan rápido?
Cubrir toda la cadena de valor en soluciones de recarga. Empezamos desde la asesoría, en el momento que una persona nos explica qué coche se ha comprado y nos pide un presupuesto para la instalación de un punto de recarga. A partir de una serie de preguntas tipo que el equipo hace, recomendamos un modelo de cargador u otro, porque aunque trabajamos principalmente con tres fabricantes, no tenemos exclusividad con ninguno. Además, la instalación incluye las protecciones pertinentes que la ley requiere, algo que mucha gente no sabe. Una vez que se hace la instalación, también ofrecemos al cliente final el mantenimiento, más allá de la garantía tanto de la instalación y el equipo, que suele ser de dos a tres años normalmente. Nuestra cadena de valor consta de tres pasos, que no todo el mundo lo hace: consultoría, intalación y mantenimiento. La verdad es que estamos creciendo muy rápido y mucho, tanto es así, que fruto de ello estamos haciendo un plan de expansión nacional con empresas energéticas y aseguradoras muy grandes españolas. De aquí a seis meses, ya estaremos implantados a nivel nacional.
¿Cuánto cuesta de media una instalación?
Depende mucho, es casi como preguntar cuánto cuesta un coche cualquiera. Depende de una serie de variables que hay que tener en cuenta. La que más importancia tiene es la distancia de tu puerta de garaje al punto de suministro. Si el cable tiene que ser más largo, eleva mucho el precio, porque el cable de cobre es muy caro. Las más baratas no bajan de los 1.200 euros y te puedes ir hasta los 3.000 euros, pero el grueso, hablando de usuario final, suele estar entre 1.500 euros y 1.800 euros. La mitad de ese dinero suele estar destinado al propio equipo de recarga, porque esto requiere un diferencial propio para el equipo y una protección sobre tensiones. En una casa particular suelen trabajar entre 36 y 32 amperios, mucho más de lo que es un enchufe, porque si lo haces con el enchufe de una casa, estarías poniendo en peligro toda la instalación de tu propio hogar porque no están pensadas para eso.
Uno de los problemas que destacan siempre es el tiempo de recarga. ¿Es un problema de batería o de carga?
Lo que ocurre es que se debe tener una instalación adecuada al tipo de carga que necesitas, no puedes enchufar el coche a la red directa de tu casa, no tiene sentido. Esto pasa mucho por falta de información y no solo del comprador final, sino de la propia red de venta. Hace escasamente un año me compré un coche, y no me explicaban qué hacía falta realmente, por eso, también, nos surgió la idea de hacer esa parte de asesoría. No es un problema de batería ni de la casa, sino que no han hecho una instalación ni han hecho un equipo de recarga. A partir de las baterías de 20 kilovatios hacia arriba, hay que ponerlo.
El gran problema de los vehículos eléctricos viene con las furgonetas de reparto, algo que preocupa a las pymes por qué no hay un plan para ellas.
Nosotros estuvimos en el salón del coche y vimos stands con furgonetas eléctricas 100 por cien con autonomía. El problema que tiene es el punto de recarga, porque necesitan instalar poste de recarga rápida, equipos de 50 kilovatios hacia arriba. Si no instalan estos equipos, no es viable.
Las compañías de 'renting' tampoco tienen una oferta específica para esto, no están concienciados en hacer un modelo para el vehículo eléctrico.
Nosotros estamos hablando con dos de las grandes y estamos muy cerca de cerrar un acuerdo. El problema es que quien compra un vehículo de renting eléctrico o híbrido enchufable se cuestiona gastarse dinero en poner un equipo de instalación, ya que el coche lo va a tener dos o tres años. Hay varias cuestiones por lo que nuestra propuesta puede funcionar. La probabilidad de que la persona repita con un vehículo eléctrico es del 95%, porque quien lo usa no quiere volver a un motor de combustión por muchas razones. La otra cuestión es que nosotros ofrecemos a estas empresas un paquete con una financiación que llega hasta los 36 meses, que suele coincidir con el periodo de renting que contratan. Entonces, las personas pagan una cuota que se suma a la del renting, y cuando termina ese contrato, devuelve el coche pero el equipo de instalación sigue siendo suyo.
¿Para usted, cuál es el futuro del coche eléctrico?
De las alternativas que hay, sinceramente, creo que tanto el coche híbrido enchufable como el hidrógeno son puentes hacia el vehículo eléctrico.