Fisker, el fábricante de automóviles eléctricos estadounidense que anteriormente se dio a conocer por el deportivo Karma, pretende revolucionar el mercado de los vehículos cero emisiones. Para ello, ha patentado una batería en estado sólido que promete unas prestaciones excepcionales: 800 kilómetros de autonomía y recargas en un minuto. | Toshiba presenta una batería para el coche eléctrico que permite recorrer 320 km de autonomía con 6 minutos de carga.
Estas cifras, que a día de hoy se antojan inviables, son posibles gracias al reemplazo de electrolitos líquidos por un compuesto sólido de metal de litio capaz de conducir la electricidad. De esta forma, se logra aprovechar más el espacio de la superficie y multiplicar la densidad de energía por 2,5 veces respecto a las baterías de iones de litio, tal y como asegura la propia marca.
En cualquier caso, las previsiones de Fisker es que esta tecnología no llegue a producción, al menos, hasta 2023, pues actualmente los costos son altamente elevados y aún no está completamente madura.
Si bien, durante el CES (Consumer Electronics Show) que se celebra en Las Vegas el próximo mes de enero, se prevé que el fabricante detalle más sus planes en lo relativo a la nueva generación de pilas.
Un evento en el que también desvelará el Fikser EMotion, un vehículo que ofrece, al menos sobre el papel, 644 kilómetros de autonomía y una carga en tan solo nueve minutos. Pero finalmente la firma sustituirá las baterías de grafeno que preveía montar por otras de litio con la rúbrica de LG Chem, la división encargada del gigante coreano LG. Su entrada a producción está programada para 2019.