La evolución del automóvil en materia de seguridad parece no tener techo si se echa una mirada retrospectiva. Hace unos días eran las pruebas Euro NCAP donde se ponía de relieve el gran avance que se ha experimentado en la protección de los vehículos a lo largo de los últimos años, ahora es Ford quien ofrece una recopilación acerca de cómo ha evolucionado el sistema de iluminación de los coches.
Se trata de una serie de imágenes que muestran la visibilidad en coches que van desde un Ford T de 1908 hasta el nuevo Ford Mustang. Para ello, se ha utilizado como referencia a un ciclista situado 12 metros por delante del vehículo y se ha comparado cómo se vería circulando durante la noche con cuatro coches de diferentes edades, entre los que se abarcan 109 años de diferencia.
El más antiguo es el Ford T, un modelo del que se vendieron más de 15 millones de unidades entre 1908 y 1927. Los conductores tenían que encender las lámparas de acetileno antes de salir a la carretera y su potencia de iluminación, ínfima en comparación con la de nuestros días, suponía un grave riesgo para peatones y ciclistas.
Hoy, de forma progresiva, los accidentes con ciclistas implicados van disminuyendo de forma progresiva: 2016 se cerró con 6 ciclistas fallecidos, 11 menos que en 2015. Este hecho es, en parte, gracias a las mejoras en iluminación de los vehículos, pues la inclusión de los faros LED y xenón y la adaptación automática al entorno y velocidad han supuesto un gran avance en ese sentido. Asimismo, la tecnología de frenada automáticamente si se detecta peatones es esencial.
En contraste con el Ford T está el Mustang actual. Los faros de xenón que equipa tienen aproximadamente tres veces la potencia de las bombillas halógenas. Estos producen un brillante haz de luz blanca que puede hacer que parezcan cinco veces más brillantes que la luz amarillenta del histórico vehículo. Es el ejemplo más evidente, no obstante, puede apreciarse en las siguientes imágenes la iluminación que proporcionaban coches de los años 30, 60, 70 y 90.
