Usuarios de Car2Go están utilizando "garajes privados, ya sean subterráneos o al aire libre en los que no tienen acceso todos los clientes, para guardar los vehículos y asegurarse la disponibilidad del mismo".
Así lo aseguran desde la propia compañía a Ecomotor, quien afirma que esta es una práctica no permitida por Car2Go y "penalizada con sanciones de 250 euros y la exclusión del servicio".
La gran aceptación que ha experimentado el carsharing en Madrid, donde Car2Go ganó 100.000 usuarios en tan solo nueve meses durante 2016, se está convirtiendo en cierto modo en un arma de doble filo, pues en determinados momentos se producen colapsos de demanda y los usuarios encuentran dificultades para encontrar disponible un coche en su entorno. Un obstáculo que algunos clientes pretenden sortear de forma ilícita.
Por el momento, desde la entidad no pueden cifrar el número de veces en los que se ha cometido esta práctica, pero reconoce que han sido varios los casos en los que "los clientes llegan a por un coche y no está. Entonces, se busca ese vehículo y se descubre que está en una propiedad privada".
Ante la posibilidad de que pudiese tratarse de un error en la geolocalización de la aplicación y por tanto esa práctica no fuese tal, desde Car2Go aseguran que "el GPS puede tener unos metros de error, pero no tanto como para darte la vuelta a la manzana y no encontrar el coche".
Esta "picaresca", desvelada por Vozpopuli, podría estar extendiéndose cada vez más dado que "las alertas proceden distinta zonas y distintos usuarios". Asimismo, según comentan los clientes en publicaciones de Facebook de la entidad, el momento más frecuente en el que se desarrolla esta práctica es por la noche.
Emov no detecta casos
Por su parte, desde Emov, el rival de Car2Go en Madrid, aseguran que no se ha recibido todavía ninguna denuncia" por este motivo. Si bien, apuntan que "sí ha habido tres o cuatro quejas vía Twitter de usuarios que no han localizado el coche en el momento de ir a buscarlo".
No obstante, achacan esta situación a un problema de error del GPS, "que puede fallar 20 o 25 metros. "Después, el cliente anda un poco y lo encuentra". En cualquier caso, desde Emov recuerdan que es una práctica que se sanciona, al igual que Car2Go, "con 250 euros y la exclusión del servicio en caso de clientes reincidentes".
Por otra parte, afirman que esta acción sería controlable desde la compañía dado que "el 100% del tiempo el coche está conectado con Emov". De esta forma, "si un usuario deja el coche a las 10 de la noche y posteriormente se producen dos o tres cancelaciones de reservas de ese vehículo, y al día siguiente vuelve a cogerlo el mismo cliente, esto se detecta fácilmente", afirman.
Cabe recordar que tanto Emov como Car2Go cuentan con una flota de 500 coches repartidos por la capital a disposición del usuario. Si bien, este tipo de prácticas y el crecimiento experimentado por ambas entidades en los últimos meses pone de manifiesto el futuro cada vez más prometedor del carsharing, por lo que desde ambas empresas aseguran que ya están pensando en ampliar sus flotas de vehículos, aunque aún no hay nada decidido.