
Un año se cumple ya de la muerte de David Bowie. Para conmemorar dicho aniversario, viajamos en el pasado de la estrella del pop británica para rescatar la doble relación que David James (su verdadero nombre), tuvo con la marca Mini a lo largo de su vida.
La primera historia es una leyenda urbana no confirmada. Bowie, nacido en Londres en 1947, hijo de un publicista y de una acomodadora de cine, se tuvo que esforzar sobremanera en sus inicios en la carrera musical con una serie de empleos de corta duración, entre los que, se supone, se incluye la pertenencia durante unos meses -a principios de los años 60 con un Bowie aún adolescente- a la plantilla de BMC (British Motor Company), en las líneas de montaje del Mark-I Mini, el primer MINI de la historia (que BMC produjo entre 1959 y 1967 bajo las firmas Austin y Morris).
El Mini 'Espejo' de 1999
Lo que seguro que no es una leyenda urbana sino una realidad histórica es el diseño que, a petición de Mini, que celebraba por entonces su 40º aniversario, realizó para una exposición. Bowie diseñó un Mini cromado hasta el 'espejismo' en carrocería, ventanas e interior.
El Mini 'espejo' de David Bowie, que le dio mil vueltas a los otros dos diseños invitados, el de la modelo Kate Moss y el diseñador de moda Paul Smith (ella de telarañas y él con sus características rayas de colores), se convirtió en todo un icono de la firma británica, que dos años después fue adquirida por BMW. El MINI diseñado por Bowie se presentó en el hoy fenecido Salón del Automóvil de Birmingham de 1998.
En una entrevista de la época, un Bowie muy poco hablador soltaba estas 'perlas' en una entrevista acerca de su nueva faceta de diseñador de coches:
Pregunta. ¿Cómo llegaste a involucrarte en este proyecto?
Respuesta. Porque me lo pidieron.
P. ¿Por qué crees que el diseño del Mini se ha perpetuado en el tiempo?
R. Fácil aparcamiento.
P. ¿Qué otro diseño británico destacarías?
R. El sándwich.
Poco más que añadir. David Bowie nació y falleció como un auténtico genio.