
Toyota ha acordado pagar en torno a 3.400 millones de dólares (3.187 millones de euros) para resolver las reclamaciones de los clientes de Estados Unidos que descubrieron en 2014 que el chasis de algunos modelos no contaban con la protección adecuada contra la corrosión.
Un pacto con el que, según informa The Wall Street Journal, se compensará a los propietarios de los 1,5 millones de vehículos que se han visto oxidados de forma prematura por un fallo de fabricación en los marcos de los coches. No obstante, aún debe ser aprobado la Corte Federal de Los Ángeles, donde se ha presentado de forma oficial el acuerdo alcanzado.
Los modelos afectados por este problema son los pick-up Toyota Tacoma (2005-2010) y Tundra (2007-2008), y el SUV familiar Sequoias (2005-2008).
El fallo de producción que supondrá un buen desembolso para la firma nipona, pues el acuerdo refleja que los clientes perjudicados tendrán derecho a una revisión del vehículo de forma gratuita y la sustitución del marco en el caso de que esté dañado. Cada revisión le costará a Toyota 90 dólares y cada marco que sustituya 15.000 dólares. Paralelamente, la marca japonesa reservará 9,9 millones de dólares para pagar los costes de los abogados.
Toyota se suma así a los fabricantes que han tenido que acometer un gran desembolso por defectos en sus vehículos. General Motors gastó miles de millones en 2014 para solucionar un fallo en el interruptor del sistema de arranque que se relacionó con 124 muertes y, recientemente, Volkswagen ha acordado el pago de casi 14.000 millones para resolver las demandas por los motores de dos litros que incorporaban un software para manipular las emisiones y está cerca de oficializar el pacto alcanzado para los motores de tres litros.